Capítulo III

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La chica comienza a luchar para zafarse de mis brazos, yo la suelto al ver la desesperación en sus ojos.

- ¿Q-Quién eres? ¿Dónde diablos estoy? - pregunta la chica con miedo
- Tranquila no te haré daño, me llamo Cam...
Ally me interrumpe. - ¿recuerdas tu nombre? - comenzó a checar sus pupilas, no soy médico, pero creo que es normal.
- Mmmm... y-yo, y-yo no lo recuerdo bien... - la chica tapo su rostro con ambas manos.
- Como te decía, yo soy Camila.
- ¿Sabes que paso antes de que quedarás inconsciente?
ella comenzó a llorar. - Recuerdo 3 tipos, p-pero lo demás es borroso.

Esas pequeñas palabras bastaron para darme cuenta por todo lo que había pasado.

-Yo te encontré, estabas inconsciente y te traje a casa, ella es Ally y estudia medicina, por eso está aquí.

Ella miro debajo de las cobijas y noto que estaba desnuda, se metió por completo en las cobijas. - ¿me miraste desnuda?

- Cuando te encontré estabas desnuda, así que básicamente sí, pero puedo prestarte un poco de ropa o si gustas compraremos unas cuantas cosas y puedes tomar un baño. - intentaba hacerla sentir menos apenada.

Sus ojos se asomaban, mientras la mitad de su rostro seguía debajo de aquellas cobijas, se veía demasiado tierna. - ¿Puedo tomar el baño ahora? - lo dijo mientras se sonrojaba, su voz era tan parecida a la de una niña pequeña apenada, eso solo la hacía más tierna.
Mientras tanto yo estaba sonrojada, no sabía ni por qué. - C-claro, tú puedes tomar un baño cuando quieras.

- ¿Pueden voltear para otro lado? Por favor. - Ally y yo nos miramos y ambas tomamos una almohada para tapar nuestros ojos.
- Una pregunta más ¿Dónde se encuentra el baño? - sonreí como boba al escucharla.

- Sales del cuarto a la derecha, es la puerta del fondo. - sonreí.

- Gracias. - solo escuche como salió de la habitación.

Mi sonrisa era cada vez más grande, me parecía una chica tan tierna, muy linda y debo decir que su cuerpo era espectacular.
Dejé de sonreír cuando sentí los ojos de Ally sobre mí.
-Bueno del uno al diez ¿Cuánto te gusta? - preguntaba la pequeña.
- N-no me gusta, ¿Por qué crees que me gusta? - el rubor en mis mejillas era notorio.
- Vamos Mila, debe gustarte para que sonrías así. - Ally puso una cara extraña y me pegaba con su codo.
-Solo me parece linda, pero aún no me gusta, la acabo de conocer. - puse una cara de fastidio, mientras confesaba mi atracción por la chica.
- Sí, como digas... - se levantó y me ayudo a levantarme. - Bueno supongo que mis conocimientos ya no son necesarios, así que me voy, tal vez venga mañana después de clases, solo para revisar que la chica este bien y ver si recuerda algunas cosas. - mientras la pequeña hablaba caminábamos hacía la salida, al llegar a la puerta me despedí de ella.
- Muchas gracias, fuiste de gran ayuda. - Le dije al abrir la puerta.
Ella sonrió mientras salía. - Solo revisé sus signos, así que no hice nada, pero ten cuidado, Mila.
- Sí, claro, cuidado...

Solo vi como la pequeña se perdía en la lejanía. Subí de nuevo y me encontré con la chica saliendo del baño con una toalla enredada, yo quede babeando, pero ella se incomodó y salió corriendo, se metió al cuarto cerrando la puerta con potencia, cuando intente abrir no pude porque aparentemente le había puesto seguro.
¿Qué se supone que haré ahora?

Golden GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora