Capitulo VII

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Miré mi celular. Ahora tendría que ir a cuidar al maldito mocoso de Liam. Aveces hago cosas estúpidas cuando soy terca. Ni Beth, ni Ethan quisieron venir a ayudarme a cuidarlo, dijeron que era una perdida de tiempo por una estúpida apuesta. Que bueno amigos que tengo, siempre me están apoyando en la buenas y en la malas. Ahora tendría que ir a cuidarlo sola, y él puede hacerme cualquier cosa que se le ocurra. 3:00. Esa hora marcaba mi celular. Me estaba dirigiendo a la habitación de Liam. Mi celular vibró. Tenía un mensaje lo abrí y leí.

Desconocido :
Ya es tarde, apurate que no quieres dejar a un enfermo solito, ¿o no?

Casi me agarra un pequeño infarto. Estaba desesperada y loca. ¿cómo consiguió mi número de teléfono?. Tomé el teléfono y le contesté.

Yo:
Estoy yendo... y no dudes de que puedo dejarte solo.

Y a los pocos minutos el puso.

Señor ego:
¡¡pero que mala!! y yo que te tenía una sorpresa...

Yo:
Jaja me muerooo de la risa :-\ .

Para cuando iba a responder llegué al cuarto de Liam. Iba a tocar la puerta, pero de repetente se abrió y pude ver un físico perfectamente tostado y muuuuuy marcado. Cálmate cabeza, respira hondo.

- hola - me dijo con una voz gruesa, pero que reconocí al instante. ¿¡Por qué no puedo ser un hombre!? Me ahorraría muchas escenas vergonzosas- ¿vez algo qué te guste?

- hola Liam, y no- respondí- la verdad, las chicas describían tu físico mucho mejor- hay que bajarle un poco el súper ego a ese chico, porque, siendo honesta, mentí, y mucho.

- pasa - dijo sin sacar una sonrisa

Entré a la habitación y no era muy diferente a la mia, excepto que ésta era azul y la mia era color crema. Una de las camas estaba tendida, de seguro la de Nathan, su compañero de habitación (creo que era así el nombre). Y la otra estaba toda desordenada.

- Justo me estaba por ir a bañar, ¿te importaría esperar?- me preguntó apenas entré.

- si, no hay problema - aclaré y me senté en una silla que había para el escritorio. Empecé a ver como estaba decorado el lugar y noté que el cuarto no tenia ningún tipo de decoración. En un momento mis ojos se cerraron y mi cabeza se quedó colgando de la silla.

Me desperté junto un pecho desnudo, unos brazos me sostenían. Liam. ¿Para que me quede dormida? Luego de unos segundos me tendió en su cama y se acostó a mi lado. Quería irme pero tenía mucho sueño y no tenía fuerzas. Cuando noté que sus brazos me estaban agarrando con fuerza me paré sobresaltada de la cama y él se me quedó mirando como si fuera un bicho raro. No seria muy común de que las chicas no se quieran acostar con él, pero él sabía que yo no era fácil y que nunca me tendría.

- ¿que hacías?- le pregunté secamente cuando me paré y comencé a arreglar mi cabello

- nada, te quedaste dormida en mi silla con el cuello torcido, te iba a dar torticolis- dijo de un modo cariñoso.

- si claro... ¿Por qué no me llamabas y ya?-

- te veías relaja y me dio lástima -

- hay que tierno, te di lastima, ves que me amas- me sacó la lengua y después puso su pose "provocadora".

- yo nunca lo negué- me dijo con voz media ronca que hizo que se erizara cada partícula de mi cuerpo.

Lo miré con desconfianza y me volví a sentar en la silla. Si uno lo observaba se notaba que estaba enfermo, aunque parecía que no le importa porque estaba sin camisa.

Shut Up Malditos Sentimientos(pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora