11 BESOS [PAUSADA]

BESO 5

Pasaron unos meses y nosotros seguíamos como antes. Nunca volvimos a hablar de lo que pasó ese día y al parecer, no le tomó importancia a mi confesión, o probablemente no lo entendió de la manera que yo esperaba.

-Venga, Martín- gritó Simón asustandome

Al parecer todo este rato habían estado discutiendo sobre el sabor de la pizza y yo no caía en cuenta de la situación

-¿Qué pasa aquí?- regañé tal cual mi madre lo hubiera hecho

-Martín no quiere esta, pero tampoco quiere elegir otro sabor- resopló el azabache

-No es mi culpa que ninguna se vea apetitosa- respondió el menor

-Oigan, es sólo una pizza- intervino Villamil

-Tú lo dices, porque te comes cualquier cosa que se te ponga en un plato- atacó Simón

Alejo se limitaba a reír mientras veía la cara de indignación que se cargaba Villamil en este momento.

-Venga, mejor ordenamos más pizzas, porque si somos sinceros, Con una no es suficiente y menos teniendo a Villamil aquí- dije y Villamil me enseñó el dedo corazón

-Sí y así cada quien escoje el sabor que se le antoje- dijo Alejo

-Está bien- dijeron los Vargas al mismo tiempo mientras se fulminaban con la mirada

-Que pesados- dije antes de salir de la sala

Volvió a mis pensamientos la pequeña Villamil. Para ser honesto, me dolía demasiado el hecho de que ella no le tomara importancia a mi amor, pero tampoco podría obligarla a sentir lo mismo que yo.

Daba vueltas y vueltas al asunto, sin poder obtener una salida clara de aquella situación.

-Tienes que olvidarla- susurré para mi

-¿A quién vas a olvidar, perro?- dijo Simón colocándose a mi lado

-A nadie- dije rápidamente

-A nadie engañas, Isaza- dijo acompañado de una pequeña risa

-Es triste la manera en la que esto se maneja ¿sabes?- susurré mirando hacia el piso

Sabía muy bien que en este momento Simón se encontraba confundido, y lo confirmé cuando él preguntó

-¿A qué te refieres?

-Amelia y yo nos hemos dado 4 besos en total- solté una risa recordando cada uno de ellos, mientras el de lentes me brindaba una mirada de sorpresa- hace tiempo le confesé que la quería y ella me dijo que también me quería... pero creo que yo no lo supe interpretar

-Por eso ha estado tan distante de nosotros- afirmó Simón refiriéndose a Amelia

-Es horrible este sentimiento, y estoy más que convencido de que ella no me va a corresponder

-Eso no lo sabemos, y no podemos dar nada por hecho- dijo tranquilamente- las miradas que ustedes tienen no son sólo de amistad

-Pero ella se alejó de mi. Creo que es más que obvio que no me corresponde

-O probablemente está confundida y más porque usted es el mejor amigo de su hermano- sonrió y se acomodó las gafas

-Esa también podría ser una opción- estaba un poco más animado

-Ya llegó la comida, chicos- indicó Alejo desde el portón

Ambos nos incorporamos y dirigimos hacia el comedor. Que para sorpresa mía, se encontraba la menor de los Villamil junto con Valeria.