BESO 3

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JUAN PABLO ISAZA

Desde la muerte de tu abuela te apartaste de todos nosotros, ahora eras más fría y nunca querías sonreír.

Te la pasabas el mayor tiempo posible encerrada en tu habitación, no querías comer, estabas muy delgada y más pálida de lo normal. Te apartabas de todos y en especial de mi.

Me mataba verte de esa manera, no quería que esto continuara. Pero ya nadie encontraba una buena manera de acercarse a ti, y conseguir algo bueno. La última vez que Villamil intentó hablar contigo, o más bien, obligarte a hablar, llegó con un ojo morado a clases.

Te apartaste de Martín y Susana, prácticamente les gritaste que no querías nada con ellos, cosa que realmente nadie veía venir.

Antes de que dejaras tu amistad con Martín, él me contó que habían aumentado la dosis de tus antidepresivos, pero te rehusabas a tomarlos.

La idea de que algo te pasara, dañaba nuestra mente y corazón. Juan Pablo se encontraba desesperado por encontrar una manera de ayudarte, de poder sacarte de ese hoyo en el que habías caído y parecía no tener salida.

Nunca nos preparamos para lo peor, nunca supimos cómo frenar esta situación, hasta ese día.

-Oiga, Papo ¿por qué no ha venido Amelia en tantos días al colegio?- preguntó Martín

-No ha salido de su habitación, y no responde. Mis papás no quieren obligarla a nada- contestó cabizbajo

-Pero así no se van a dar cuenta si algo le pasa- dije alterado

-Ya sé. He intentado de todo y no consigo nada. ESTOY HARTO DE ESTA MIERDA- golpeó un casillero con su puño cerrado

Nunca había visto a Villamil así de mal. Y tampoco pensé que algún día te pondrías así de mal.

-Juan Pablo- le llamó la directora a nuestras espaldas

-Lo lamento, fue por impulso- respondió el ojiverde

-No es por eso. Necesito que traigas tus cosas y me acompañes- su mirada reflejaba temor

-¿Todo bien?- pregunté a la directora

-También trae tus cosas Isaza. Él no puede estar solo- dijo dando media vuelta

Tomamos nuestras pertenencias y corrimos a la oficina de la directora, en donde también se encontraba Laura.

-¿Qué está pasando, Lau?- preguntó Villamil a su hermana

-No tengo idea- respondió llena de estrés

Todos en la oficina de la directora se notaban alterados de alguna manera, otros incómodos y unos cuantos miraban a los Villamil con compasión.

La situación era incomprensible, y estresante a más no poder. Lo peor es que nadie nos daba información alguna sobre el porqué nos llamaron.

Villa y Lau se encontraban sentados en el sillón que estaba frente a mi, ya se encontraban más tranquilos, pues es lo que habíamos decidido hacer hace unos minutos.

Justamente cuando estaba apunto de intentar entablar una conversación con ellos, la puerta se abrió de golpe, dejándonos a la vista del padre de los Villamil. Su semblante era horrible, la desesperación brotaba de sus ojos, los mismos que se encontraban rojos, seguramente por haber llorado.

-Es hora de irnos chicos- ordenó tomando las mochilas y saliendo velozmente

No obtuvimos explicación alguna, pues cuando Laura intentó preguntar, su padre le ordenó que guardara silencio.

11 BESOS [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora