Los desacuerdos con la justicia de los Estados Unidos han llevado a los vengadores a huir, estando prófugos por un largo tiempo, mientras que el titán loco Thanos comienza a prepararse para ir detrás de la conquista de la Tierra convirtiéndose en un...
-Tony, vas a tirarla, sostenla. -regañaba Brooke al filántropo, quien la miró con una sonrisa tierna. - No voy a dejarla caer, Brooke. Tranquila. -le contestó con tranquilidad. -Esa bebé puede representar nuestra muerte, ¿estas consciente de ello? -soltó una carcajada la pelinegra. -Lo sé, bueno, al menos la mía si. Siempre he tenido la reputación de poder con muchas mujeres, pero esta vez, me doy por vencido. -bromeó Stark, causando otra carcajada de Brooke.
Bruce y Natasha entraban a la sala de estar de la ahora casa de Tony y Brooke, encontrándose con la escena más conmovedora de habían visto en esa semana, la pareja se encontraba arrullando a una pequeña niña de apenas tres meses. La pelinegra tenía la cabeza recargada en el hombro de Tony, quien cargaba a la bebé cómodamente. Era casi una tragedia interrumpirlos. -Regresamos. -anunció Natasha llamando la atención de ambos Vengadores.
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- Al fin. -contestó Tony poniéndose de pie-. Estábamos a punto de arreglar el papeleo de la adopción. - Lo siento, queríamos algo de tiempo. -dijo Bruce con una sonrisa mientras rascaba su cabeza con pena. - Si, me imagino que para fabricar a otra. -contestó el filántropo. - Vives quejándote de Parker y también es asi imposible callarte. -dice Natasha acercándose a él para tomar a la bebé y abrazarla-. Hola, linda. ¡Dios! Estás tan grande. -dijo con una sonrisa. Una de las mejores decisiones que había tomado en su vida fue ponerse en manos de Banner, Shuri y Tony para abrir la posibilidad de concebir, que ya creía perdida. - Gracias por cuidarla está semana. - agradeció Banner. - No tienen nada que agradecer. -dijo Brooke.
La paz se podía respirar, no sólo en el mundo, sino en todo el universo, y Brooke y Tony eran testigos de ello mientras miraban la ciudad desde el punto más alto de la Torre de los Vengadores, lugar que había sido cómplice de su primer beso.
- Dime que no te dan ganas. -soltó Tony repentinamente, había estado pensando toda la noche y gracias a ello no podía concentrarse. - ¿De qué hablas? - Un bebé, una bebé, lo que sea que salga. -contestó Tony mirando la reacción de Brooke, quien sonrió por inercia.
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-Tony... -comenzaba Brooke antes de ser interrumpida nuevamente por él. -Solo piénsalo, sería completamente afortunada, tu genética y la mía juntas, sin mencionar que sería princesa de Vanaheim, hija de la legitima reina, nieta de Njord e Idun... -decía con emoción hasta que fue interrumpido está vez por Brooke. -Y de Howard y María Stark. Hija de Tony Stark, el gran salvador del universo. -dijo Brooke seductoramente posando sus brazos alrededor del cuello de Tony distrayendolo por completo. -Linda, no me obligues a hacerte un bebé justo aquí. -dijo Tony en su defensa, haciendo reír a Brooke. -Eso no hace falta ya, Tony. -dijo Brooke mirando la ciudad de nuevo con una sonrisa.
