sobredosis | skz

7. No se trata de mí.

Changbin había puesto de todo su esfuerzo para juntar datos importantes en una carpeta de la computadora.

Estaba solo, sentado en la oficina y atrapado en sus pensamientos.

Había tenido una actitud descuidada antes, pero en su defensa, le ponía nervioso ver a Felix alterado, e incluso sabiendo que Hyunjin podía partirle el cráneo de dos golpes, se lanzó a proteger al de cabello platinado.

Tampoco esperaba una reacción distinta por parte de Chan, siempre prefería ser un espectador con esos asuntos.

Y como si de una invocación se hubiese tratado. La puerta de la oficina se abrió para dejar entrar al mayor, quien apresurado caminó hasta la mesa de madera y apoyó sus palmas para parecer más amenazante.

"Quiero saber ahora, qué mierda te traes con Felix," espetó cerca del rostro de Changbin.

"Deberías preocuparte por tí mismo, lo que me traiga con él es mi problema." El menor se levantó para quedar a la misma altura.

"No quiero saber porqué me ayudaste hoy, pero si buscas obtener algo de eso, olvídalo." El volumen de voz de Chan bajó, pero seguía siendo firme.

"No te ayudé, simplemente no quiero que todo mi esfuerzo se vaya a la mierda por tu capricho de ser el héroe de ese mocoso." Las palabras de Changbin calaron fuerte dentro del pelirrojo.

Él no buscaba ser el héroe de nadie, solo no quería que alguien sufriera por culpa de otros.

"No quiero salvar el día. Y si no quieres que-"

"Si no quiero que qué. No puedes amenazarme con nada, tú eres el único que tiene qué perder."

"No puedo amenazarte, pero tengo algo que ofrecerte," dijo Chan con una mirada astuta y de inmediato Changbin pareció estar interesado. "Felix empieza la guardia hoy-" continuó. "Y me toca a mí relevarlo. Te daré mi turno para que te quedes con él el resto de la noche, me aseguraré de que así sea. Pero debes vigilar que nadie entre al cuarto del chico. "

"Suena fácil."

"Y lo es." Chan miró a los ojos del contrario para intentar convencerlo.

"Está bien, búscame cuando sea tu turno." Changbin cerró los ojos como signo de una pequeña derrota contra sus sentimientos y se volvió a sentar para seguir en lo suyo. "Cierra la puerta cuando salgas."

Sintiéndose victorioso, Chan salió del lugar. Ahora solo necesitaba esperar.

¿Se arrepentiría de todo? Probablemente. ¿Iba a detenerse? Definitivamente no.

"Ese malnacido nos mintió," habló Hyunjin en voz alta mientras veía la televisión.

Chan no entendía a qué se refería, así que se acercó para ver lo mismo que su compañero en la pantalla.

«Y en otras noticias, se espera que el acuerdo Lee-Yang sea firmado esta tarde por ambas compañías. Les recuerdo que este pacto será beneficioso para la economía del país, pues el PIB se verá aumentado en un 3%. Acompañenos a esta nota sobre la nueva era de las compañías nacionales aquí en su noticiero matutino..»

"¿Qué no sería en dos semanas más?" Preguntó Chan extrañado por la situación.

"Se suponía que así sería," comentó Felix, quien se acababa de sentar junto al apuesto pelinegro.

"Quizás ellos no estuvieron presentes." Bang intentó justificar de alguna forma a los padres de Jeongin.

"Era una reunión privada y presencial, ¿Dónde más podrían estar?"

"Si ellos no se han dado cuenta aún de que estamos en su casa, podemos darles una sorpresa." Hyunjin intentó solucionar las cosas. "No hemos terminado aún." Finalizó resentido.

"Bien, hay que esperar a que lleguen aquí, les decimos que tenemos secuestrado a su hijo y de paso les compramos un pastel de felicitaciones," dijo Felix sarcástico.

"No tienes que actuar tan desagradable," le reclamó Hwang mirándolo de reojo con el ceño fruncido.

"¿Y cómo quieres que actúe? Fallamos, ¿Tu cabezota puede entender eso?" Espetó el de cabello gris. Su cara se tornó sombría y parecía que si abría la boca arrojaría una llamarada que rostizaría por completo a Hyunjin.

Lee se comportaba como el líder del grupo, e incluso si nunca acordaron roles, nadie se oponía a ello ya que hacía bien su trabajo. Y porque esta misión tenía un toque personal para él, no podía permitirse errar ahora.

"No es mi culpa que tus malditos padres se hayan metido en el camino." Hyunjin explotó. "Si estás resentido con ellos es tu puto problema, no deberías meternos a nosotros en tus mierdas," alzó la voz.

"Esto no se trata de mí, ¡Nunca se trató de mí!" Felix gritó furioso mientras sostenía con fuerza el cuello de la camiseta de Hyunjin.

Sabía que era inútil discutir cualquier cosa con él porque siempre llegarían a los golpes, y en esa pelea, Felix era quien tenía las de perder.

"¿Estás seguro?" El más alto tomó la mano más pequeña y soltó dedo por dedo. "Porque ya saboteaste la misión una vez, podría pasar de nuevo, ¿No lo crees?"

Felix dejó caer su mano y el contrario salió de la sala dejando un rastro de mal humor.

Moría por golpear la cara del peligris tantas veces, pero le dolería el orgullo cuando más adelante tuviera que pedir perdón para llevárselo a la cama.

Hyunjin estaba malditamente cansado de los caprichos de niño rico de Felix, pero a la vez estaba malditamente perdido en esos ojos dueños de la mirada más fuerte que jamás había visto.

Esa dualidad lo tenía atrapado en un túnel sin salida. Estaba condenado, completamente jodido, y la única persona que podía absolverlo era Lee Felix, su mayor castigo.

Chan vio como Hyunjin salió por el ventanal en dirección al patio, que estaba siendo cubierto por la luz del sol naciente que atravesaba las nubes.

Estaba seguro que Changbin había escuchado la discusión a través de las paredes, él sabría que decir para consolar al líder. Aunque en esos momentos no parecía querer consuelo alguno.

"¿Quieres un vaso de agua?" Preguntó Chris, quien pasó desapercibido por su silencio.

"Estoy bien, gracias." Felix seguía mirando hacia el suelo, en la misma posición de antes.

Chan ignoró cualquier oposición y en la cocina, llenó un vaso con agua. Metió la mano en su bolsillo y tomó un pequeño paquetito.

Tal vez era hora de que Felix se relajara un poco.

"¿Sabes? Me vendría bien una cerveza." Se levantó del sofá como si no hubiera estado destrozado esos segundos y siguió a Chan hasta la nevera.

Rápidamente el más alto quitó la mano de su pantalón.

"¿Estás seguro?" Preguntó con una pequeña sonrisita.

"Sí, veamos qué hay en ese bar, de todas formas estamos jodidos." Se acercaron a la barra que detrás tenía muchas botellas.

Chan abrió la pequeña nevera y muchas botellas se cerveza de la mejor calidad brillaron ante sus ojos. Saco dos, las abrió y le extendió una a Felix.

"Por los viejos tiempos." El menor levantó la botella esperando que el otro hiciera lo mismo.

"Por los viejos tiempos," repitió el pelirrojo chocando su cerveza con la de su compañero antes de empinarsela.

《×》

todavía puedo sentir la tensión entre Felix y Hyunjin, me encanta

por si se sienten perdidxs con el tiempo, ellos llegaron la noche del día 1, hicieron la guardia en la madrugada y este capítulo sería el día 2 en la mañana.