11-Nuevo día.

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La escena que presenciaba la dejó desconcertada.
Bibi y Max, sentadas en una mesa, hablando como conocidas de toda la vida. Además de que se encontraban bastante cerca entre ellas, cosa que le pareció de lo más raro, hacía un rato parecía que la bateadora odiaba a su contraria y lo que más quería era alejarla de ella. Dejó de lado eso por un momento, al fin había encontrado a Max... aunque.. no quería interrumpirlas, tenía curiosidad de descubrir que pasaba.

¿Que miraaan?— se acercó Bea y se agachó a la altura de las otras tres.

¡Shhhh!— tapó la boca de la contraria.— Te dije que te quedaras abajo..

Me aburría abajo Rosaaa...— susurró como un puchero.

Controla a tu abeja, nos van a descubrir.— avisó Penny.

¿Soy tu abeja?— sonrió divertida la de rizos.

Seré lo que quieras, pero silencio..— murmuró avergonzada la más alta, la bebida energética si que había echo efecto en Bea, se notaba que no actuaba como siempre, seguramente porque las bebidas de Max son demasiado fuertes para alguien que no esté acostumbrado.

Las cuatro continuaron observando atentamente a ambas chicas frente a ellas un buen rato, hasta que Rosa sintió una mano ajena siendo apoyada en su hombro.

Mortis, shh, ¿lo encontraste?— preguntó Rosa suponiendo que era el vampiro.

No hubo respuesta de su parte, lo cuál la obligó a voltear para verlo. No era Mortis.

Penny notó que Rosa miraba fijo a tal persona, lo cuál también la llevó a dirigir su mirada a aquello.

¿Que mierd-?— ni siquiera pudo terminar la frase, la pelirroja a su lado gritó al segundo de verlo.

¡AHHHH!— se alejó de aquello que vió, contagiandoles el susto a las demás.

Bibi y Max reaccionaron ante este grito se pusieron de pie rápidamente, la bateadora tomó su bate y no dudó un segundo en colocarse frente a Max en un intento de protegerla si era que estaba ocurriendo algo grave.

Ahora se encontraban todas juntas, mirando fijo dónde previamente estaba aquello.

¿Que hay..?— preguntó en voz baja Bibi sin despegar la vista de allí.

Está escondiéndose tras el piano...

Sin decir una palabra, Rosa fué acercándose lentamente a aquel objeto, decidida a apartarlo y descubrir quién era.

Rosa noo... es el monstruo..—susurró nerviosa Bea.

Penny tapó rápidamente la boca de esta, estaba ansiosa por saber que era y no dejaría que ella lo espantara.

Se detuvo un segundo frente al piano, antes de quitarlo rápido y limpiamente de su vista, así dejando ver lo que se encontraba tras este. Hubo silencio unos segundos mientras las cinco observaban aquel ser.

¿Un... pingüino?— sonrió sin creerlo la pirata.

¡Hahahaha!— rió divertida Bibi.— ¿Se asustaron de un pequeño pingüinito?— dicho esto se acercó al mencionado, que a propósito ocupaba una cara molesta, y tocó su pico. Mala idea. Este rápidamente la picó.—¡Auch! Maldito pajarraco..— murmuró lanzándole una mirada de odio mientras se tocaba su dedo afectado.

Deja de jugar, Bibi.— Rosa intervino, agachándose a la altura de aquel ave. —¿Quién eres..? ¿Cómo entraste aquí?

En respuesta lo único que salió del pico del pingüino fueron palabras sin sentido, similares a las de genio.

¿Solo Asistente? -Brawl stars (Bea x Rosa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora