¿Solo Asistente? -Brawl stars (Bea x Rosa)

10-Noche en el bar

—Estoy preocupada por Bull... Está allá fuera con tormenta...

—Tranquila Bibi, sabe cuidarse solo, además seguro ya llegó a casa.— dijo Crow terminando de tomar su trago.

—Supongo que tienes razón...— ya se encontraba poco más aliviada.

Habían pasado ya unas horas y se habían echo las diez de la noche. Barley y Pam repartieron comida para todos, después de todo nadie había cenado.

—¿Que es esto?— Leon movía su comida con una cuchara y una cara de asco en su rostro.

—Come. No quiero que tengas hambre, te va a gustar.— dijo Bo, serio, mientras limpiaba la boca de Nita con una servilleta.

—Pero...— miró a Nita comiendo gustosamente. —Bueno...— metió una cuchara del alimento en su boca y sus ojos se abrieron. Era delicioso. Comenzó a comer como si no lo hubiera echo hace días.

El arquero sonrió —Nita, usa la cuchara. — la pequeña estaba comiendo con sus manos así haciendo un desastre.

—¡No quiero!— lo miró y este tenía un rostro bastante serio. —...Bueno, cuchara.— dijo y agarró la cuchara con todo su puño.

Por otro lado las dos pelirrojas se encontraban terminando de cenar.

—Mamá, ¿Colt está bien?—preguntó preocupada Jessie.

—Si cariño, tu hermano está bien. Le pedí a Emz que le enviara un mensaje, y ya avisó que llegó bien a casa.

Suspiró aliviada.—Ma' gracias por la comida, voy con Penny.— fue saltando hacia la pirata.

—¡Penny!— la abrazó amistosamente— ¿Comiste?

—Si- — contestó correspondiendo al abrazo con un leve sonrojo.

Ambas quedaron en silencio y se miraron entre ellas al escuchar que la puerta del bar estaba siendo tocada.

—¡Oigan están tocando la puerta!— avisó la pirata a los demás.

Rápidamente Barley se acercó a la entrada de su bar y sin pensarlo desatrancó la puerta. Sea quien sea iba a darle refugio.

—¡Oh! entra, entra, por favor.— invitó el bartender haciéndose a un lado.

Todos miraron a la persona que había entrado.

—¡Shelly!— gritó la rubia apenas la vió en la puerta, para luego correr y abalanzarse sobre ella.

Esta apenas sintió el fino cuerpo de la francotiradora sobre ella, no dudó en abrazarla de la cadera con fuerza.

—Piper...— murmuró sintiendo su corazón derretirse.

—¡Me tenías preocupada! ¿Dónde te habías metido?— ni siquiera le importó el cuerpo empapado de la morena, solo quería tenerla en sus brazos.

—Estaba trabajando, y el bar queda más cerca de mi casa así que vine aquí.

—Podría haberte pasado algo... —la abrazó con mas fuerza

—Tranquila, estoy aquí.— sonrió separándose de ella solo un poco para poder verla a los ojos.

Los demás, y especialmente Rico, miraban la escena.

—Oh, donde están mis modales, ven querida debes estar hambrienta.— dijo Piper separándose, tomándole la mano y alcanzándole una toalla.