Capítulo 13 - Inicios de un romance

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El amor

Es algo que nunca me importó.

Nunca me imaginé con un esposo, con hijos.

Pero ahora estoy empezando a preguntarme si en algún momento encontraré el amor.

Quizá eso nunca pase. Mi carácter no es muy cariñoso que se diga, y si llego a tener novio nuestra relación no durará; seguro me dejará porque yo no le demuestro amor, y los dos saldríamos lastimados.

O quizá lo ame con todo mi corazón y sí se lo demuestre y nuestra relación duraría.

¿Qué pasará si yo lo amo y él no siente lo mismo?... No quiero salir lastimada.
 
Aunque Mariana no lo sabe, Steve está perdidamente enamorado de ella.

Algo que empezó con pensar que ella era atractiva, que continuó con preocuparse por ella, y que terminó el volverse adicto a cualquier muestra de afecto que ella le demostrara. Y se sentía mal por aquello, muy mal.

Él pensaba que debía romper ese sentimiento que lo volvía loco, que no lo dejaba dormir, que, según Steve, era incorrecto. No quería tener que olvidarla, ya que según sus ideales y pensamientos, ella era, sin duda alguna, la mujer perfecta.

Ese sentimiento del cual solo él sabía, le hacía querer estar a su lado en todo momento, le hacía palpitar su corazón de amor puro y sincero; pero que al mismo tiempo le hacía pensar que su relación nunca existiría y sus sentimientos nunca serían correspondidos.

Esa era su lucha interna, su corazón contra su mente, su amor contra su pensamiento de culpa.

Pero a ese amor tan grande que ya no existían palabras para describir, ese amor clandestino, no le queda mucho tiempo siendo así de oculto, pues Natasha ya lo descubrió.

- ¿¡Cómo pudiste!?.- le grita Nat a Steve luego de llamarlo para hablar en privado.

- ¿Qué cosa?. - le pregunta extrañado.

- No te hagas el inocente porque ya vi como miras a Mariana. Me voy un mes y tú ya andas de romántico empedernido. ¿En qué demonios pensabas?. - esa pregunta dejo a Steve algo pensativo.

- yo pensaba decírselo pero - suspira - no puedo. -

- ¿Desde cuándo sientes eso?. - pregunta Nat un poco más empática con su compañero.

- No lo sé... Eso no es lo que importa, Nat. Yo sé que está muy mal y sé que debo olvidarla pero - mira hacia otro lado - No puedo. - Steve está avergonzado de lo que siente.

- Hey, - le dice para que vuelva a mirarla - no está mal. Ve y dile lo que sientes. Tú la conoces mejor que nadie y sabes que ella lo entenderá . Estoy segura de que ella es muy afortunada de tener a alguien como tú, de la forma que sea. Ve y hazlo. -

- Gracias, Nat - Le da una sonrisa - lo haré. -

- Más te vale - dice divertida.

Luego de un rato Steve llama a Mariana decidido a decirle todo.

- ¿Qué pasó?, ¿Hay algún problema? - le pregunta ella sin saber qué nesecita su amigo.

- No pasa nada, es sólo que... Yo... Tengo algo que decirte... No sé cómo. -

- Solo suéltalo. ¿Qué pasa?, ¿Me veo mal o algo así?, ¿Te sientes mal?, ¿Hay algún problema con el equipo?. -

- No, no, no; nada de eso. - tomó aire - Hace un tiempo yo empecé a sentir cosas por... Ti... Me enamoré, Mariana. - soltó aire - Me enamoré de ti. -

Nota de la autora :

¡Hola a todoooos!

Solo voy a decir que lo siento, perdón por no haber escrito, no daré escusas.

En otras noticias, estoy tratando de mejorar mi contenido, la gramática y eso.

Esta parte de la historia es una de mis favoritas, la otra parte no se le diré porqueeeeeeee.... Bueno, les arruinaría todo, hasta el segundo libro.

PD: para que no haya confusiones, Nat no siente nada por Steve .

PD2:Creo que me confundí y escribí dos veces “capítulo 11" cuando en realidad era el número 12, sorry (ya lo arreglé).

PD3: los amo

Inmortal. || AvengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora