Mi dolor

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Tu Dolor.
Primer capítulo.

Mis ojos se mantenían cerrados, hacía frío en mi habitación, pero ya estaba acostumbra, toda la casa se hacía fría y vacía.

Era mi cumpleaños, y nadie entró a mi habitación cantando y con una sonrisa en su rostro.

El valor que tienen los padres lo entiendes cuando los pierdes. Que estúpidos somos los humanos.

Me levante de la cama, hoy vendrían mis tías, camine al baño para cepillar mis dientes y ducharme. También tendré que soportar a mis primas y primos. Fingir sonrisas y ser amable.

Mire mi reflejo en el espejo, un año desde el día en que ellos se marcharon.

Mis ojeras eran violáceas, se habían vuelto permanente bajo de mis ojos, mi ojos azules, lucían perdidos y carentes de brillo, mi cabello despeinado me daba mal aspecto.

Rodé los ojos, igual nadie es bonito al despertarse.

Al terminar, baje las escaleras para dirigirme al comedor, donde de seguro mi desayuno ya estaba listo, gracias al personal de limpieza que me he encargado de mantener como lo hacía mi madre. La mesa vacía, el dolor nunca me abandonaba.

Me la he pasado de fiesta en fiesta, sin importarme nada, y el remordimiento de que papá estaría decepcionado me carcome.

Desayune, sin tener hambre. A los pocos minutos el timbre sonó anunciando la llegada de mis tías.

—Señorita Blake... — me llamo una de las sirvientas pero la interrumpí.

—Si, si. Hazlas pasar — le respondí, pero ella no sé movió.

—Pero señorita...

—¡Diles que pasen Joder! — le grite, ella dio un brinco y salio disparada del comedor, mi mal humor empeoraba cada vez más. Ni yo misma me reconocía.

Estaba esperando el bullicio de gente pero nunca llegó.

En mi campo de visión aparecieron dos chicos, uno de ellos era Peter, mi amigo y el otro un completo desconocido que aun no sabia porque tenía los píes en esta casa.

—Hey, ¡Feliz Cumpleaños! — me felicito acercandose a paso lento.

Me levante, limpiando mi boca con un pañuelo.

—Gracias, — me envolvió en un abrazo.

—¿Por qué no estas vestida apropiadamente?— me pregunto, sus ojos verdes me miraban intrigados.

—Porque no te esperaba tan temprano. — respondí posando mi vista en el chico callado que se encontraba detrás de él, con la mirada puesta en una de las sillas.

Peter se volvió y sonrió — Oh, el es Crono, mi primo es nuevo en la ciudad, y también ira a la facultad con nosotros.

El chico me miro directamente a los ojos, sus ojos eran celestes, no eran tan azules como los míos, su nariz era perfilada y sus rasgos era duros con aire juvenil, alto, y un poco fornido, no en exceso. Llevaba puesta una camiseta negra con jeans del mismo color, solo que se le ceñían a sus piernas, y calzaba unos tenis negros.

Estrechamos nuestras manos.

—Blake — me presente casual.

—Crono — su voz me resulto hermosa, un poco ronca. Y definitivamente, él era atractivo.  —Feliz Cumpleaños.

Él sonrió y aparto su mirada rápido de mí.

—Gracias — le respondí, note que evitaba a toda costa mirarme ¿por qué?

—¿Te pasa algo? — interrogue disgustada.

—Estas semi desnuda, y no es que sea malo, tienes un cuerpo muy lindo, solo que es incómodo. Mi intención no es faltarte el respeto de ninguna manera, mucho menos viendote descaradamente.

Y por primera vez no tuve ningún argumento frío o descortés, Crono me pareció de otra época, intrigante.

—Crono tendrás que acostumbrarte piensa que esta en traje de baño — intervino Peter.

El castaño volcó la vista de su primo.

—Simplemente no puedo — finalizó viendo fijamente la silla.

No pude evitar sentir vergüenza, pensé en vestirme pero no tenía ganas de nada, mi cabeza daba mil vueltas, y Crono no se iba a morir por verme en ropa interior.

—¿Cómo puedes soportar esta soledad? — cuestiono Peter recorriendo el comedor, luego su atención volvió hacia mi, y sentí la mirada de los dos chicos esperando mi repuesta.

De la misma forma en que soporto que mis padres se fueron para siempre, que mi hermana de 9 años no volverá a jugar con sus muñecas, de la misma forma en que soporto el vacío que crece dentro de mí cada día más, de la misma forma en que hoy en mi cumpleaños, acepto que estoy sola.

—No lo soporto, solo acepto mi soledad, y la disfruto. — mentí —Bueno ya no tardan en llegar mis tías, ¿vendrán más tarde?

Ellos se vieron entre sí.

—Pasaremos el día contigo, pero justo ahora iré a comprar golosinas, Crono te hará compañía, — decía mientras se alejaba — pero ya vuelvo.

Se despidió dejándome sola con Crono. El cual no me miraba.

—¿Te gustaría desayunar conmigo? — le pregunte, y el volvió su vista a mi asintiendo.

Llame a la sirvienta para que nos trajera más comida y mi albornoz. Y así lo hizo. Note como luego de ponerme el albornoz Crono se relajó.

Nos sentamos, luego de que a él le sirvieron.

Me dispuse a comer en silencio. Los recuerdos de ese día amenazaban con volver, y el miedo se apoderaba de mí. Los extraño.

—Blake — me llamo — ¿piensas que la vida es injusta?

Su pregunta me tomo desprevenida, entre cerré mis ojos pensando que Peter ya había ido de chismoso.

—¿Por qué me preguntas eso?

—Solo quiero sacar un tema de conversación, me gusta el silencio, pero no entiendo porque siento la necesidad de llenarlo.

—No lo hagas, a mi también me gusta el silencio.

Sus ojos conectaron con los míos —¿No me responderás?

Analice su pregunta a fondo, pensé en mi y en mi familia, pero sobre todo pensé en Brook, mi hermanita.

—La vida... La vida es muchas cosas, yo diría que es depende del destino que tengas trazado, la vida es injusta solo para algunas personas, y que sea solo para algunas personas, la hace mas injusta aún.

—Yo creo que la vida, te enseña, muchas veces lo intenta por las buenas y cuando observa que no funciona, le toca recurrir enseñarnos por las malas. Pero si observas más allá, del dolor. Podrás ver que muchas cosas tenían que ser así, podrás ver más allá de los colores blanco, negro y gris. Veras, verde, azul, rojo, amarillo... ¿Cual es tu color favorito? — se detuvo para preguntarme, el nudo en la garganta no me dejaba hablar.

—Lila lavender — logre articular.

Y el sonrió — Veras lila lavender por todas partes — río haciendo que de mi también escapara una sonrisa.

[…]

Hola espero les haya gustado este primer capítulo de Tu dolor, les informo de ante mano, que aquí no habrá ningún personaje, frío y déspota, en esta historia encontraran mucho Love Love y tristeza.

Espero les llegue la enseñanza que oculta esta historia, de ser así mi propósito estará cumplido. Denle mucho Love dejando sus votos, y comenten su opinión, muchas gracias.

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