Tu Dolor.

Discusiones

El sol brillaba en todo su esplendor, la brisa acariciaba mi rostro y mecía mi cabello en varias direcciones, no podía dejar de sentirme incomoda, no es como si después de volver a venir a ésta casa, todo en mi interior se haya solucionado, es un jodido infierno encontrarte tan solo. Amanecer en una casa vacía, llena de recuerdos inolvidables.

A lo lejos observaba a los chicos reír y jugar en el mar. Parecían una chiquillos. Crono se sentó a mi lado, en la escalera de madera de la entrada.

—¿Como te sientes? — me pregunto, antes de beber un sorbo de su cerveza.

—¿Por qué todos me preguntan eso? Me ves partida por la mitad, o moribunda, enferma o ¿qué demonios? — le di una mirada molesta.

Él me miro enfadado — Bien entonces ¿por qué me evitas?
Aquí; en la universidad, me hablas cortante, me ignoras. A ver ¿dime que te hice?

Me sorprendí al escuchar sus palabras dolidas, con que derecho se atrevía a hablarme así y ¿por qué estoy odiando que sus ojos no me miren con ternura?

—No tienes derecho a reclamarme nada — él levantó una ceja.

—Pues el derecho me lo doy yo mismo, no sé que rayos te pasa, yo solo quiero ayudarte.

—Yo no necesito tu lastima Crono — le respondí cortante. Me levante del escalón y entre a la casa, pero al segundo sentí sus pasos detrás de mí. Me tomo del brazo y me volvió hacía él, quedando a una distancia prudente en medio de la sala de estar.

—Yo no siento lastima por ti, solo te ofrecí mi amistad, apoyo.

—No necesito que me apoyes, ni nada que venga de ti.

—¡Dios mujer! — exclamo frustrado, paso sus manos por el rostro, suspiró y luego me miro, mas calmado. Yo me cruce de brazos esperando que hablara de nuevo.

—Bien lo dejaremos así — declaró notablemente enojado.

—Crono, espera — lo llame, pero el ya había comenzado a caminar a la cocina solo me ignoró. Me sentí aún más molesta.

Bien, si eso quiere, me parece perfecto.

Al poco rato los chicos entraron, mojados con toallas alrededor de sus cuerpos. Yo me encontraba en el sillón leyendo un libro, y Crono en otro sillón revisando su móvil, no me ha vuelto a dirigir la palabra, y me ignora deliberadamente. Le di un vistazo, su mirada celeste estaba puesta en la pantalla del celular, su cabello castaño estaba desordenado, como si hubiese pasado su mano repetidas veces por el mismo y sus labios ligeramente separados. Definitivamente Crono era atractivo.

—Chicos deberían de ir al mar, el agua esta deliciosa — nos sugiere la rubia.

Cerré el libro —No tengo ganas.

El día transcurría rápido, hicimos el almuerzo entre todos y la verdad fue muy divertido excepto por Crono. La tarde comenzó a llegar, Tania estaba acostada junto con Joshep, ambos estuvieron casi todo el día dentro del mar y estaban exhaustos, mientras que Peter veía una película de acción en la sala de estar en compañía de Crono. Y yo, bueno estoy frente al mar, con muchas ganas de empezar de cero.

Ya nada puedo hacer, mi familia, no está, eso nadie podrá cambiarlo. Solo tengo que aprender a vivir con ello. Con el dolor.

Estudiar y graduarme para hacerme cargo de la empresa.

Si tan solo hubiese un manual de vida, para así saber qué hacer, o como reaccionar en cada situación pero no, solo tenemos la opción de la improvisación.

Yo necesitaba subir mis ánimos, tal vez, viajar en estas vacaciones. O aprender a vivir un poco más. Pero ¿como hacerlo?

Regrese al interior de la casa, afuera hacia frío. Comenzamos a cenar todos juntos sentados en la mesa.

—¿Como la han pasado? — pregunta Crono, todos  lo miramos. Tania fue la primera en responder.

—Genial, hacia mucho tiempo que no veníamos a la playa.

Él castaño sonrió.

—Yo en particular solo necesite a una chica linda para tener sexo con ella dentro del mar — comenta Peter, yo solté una risita, mientras que Joshep estalló en risas.

Tania lo miro molesta — Tu como siempre de descarado.

Peter entorno los ojos —Ya deja el drama. Solo es una de mis fantasías.

—Es decir, que nunca lo has hecho dentro del mar — le pregunto Joshep curioso. Por lo que Peter negó con la cabeza.

—Que lento eres. — le contesto Joshep.

—Ya deja de incitarlo a hacer esas cosas con una cualquiera regalada. — le regaño Tania a Joshep, yo observaba la escena mientras comía.

Peter la miró molesto — No pienso acostarme con cualquiera Tania, tampoco soy idiota. ¿Por qué te molesta tanto? O ¿estas celosa?

Ella lo miraba molesta — Por supuesto que  no, no te creas tan importante.

—Porque te recuerdo que perdiste toda la potestad, yo quise tener algo contigo, y tu lo único que hacías era alejarme, supuestamente para no dañar la amistad — le reclamo Peter.

—Chicos ya basta — intervine tratrando de calmarlos, ya que de la forma en la que se miraban parecía como si quisiesen matarse mutuamente.

—Mira quien lo dice — alega Crono. Todos lo miraron.

—Tu callate — le ordene, antes de beber un poco de mi jugo.

—Tu no me puedes dar ordenes yo hablo cuando me da la gana. — refutó.

—Te entiendo primo, cuando quieres acercarte a alguien y esa persona lo que hace es evitarte, ignorarte... Alejarte, yo diría que se la dan de importante —hablo sin apartar su mirada de mi.

—No seas infantil Crono — añadí molesta.

—No lo niegas porque sabes que es verdad, y lo peor es que no tienes ninguna razón para tratarme así, o ¿si la hay?

Entre cerré mis ojos, hablaba con tanta calma, que me dieron ganas de estrangularlo.

—No lo niego, porque simplemente es una estupidez lo que dices. No voy discutir contigo.

—Huyendo del tema como siempre.

Tengo limites, y en ese momento lo perdí.

Me levante de la silla, y me acerque a él.

—¡Ya basta ¿si? Si te quiero jodidamente lejos de mí! — le grite casi en su casa. Él se levanto, y por supuesto él es mucho mas alto que yo pero no logro intimidarme.

—¿Por qué? ¡Dame una razón! — me tomo por lo brazos.

—¿Pero quien te crees? Sueltame — intente zafarme — sueltame.

Apretó mas su agrarre — No hasta que me digas.

—Me caes mal, ¡joder!

Sus ojos celestes me observaban con el dolor reflejados en ellos, suavemente me soltó.

—No te creo — se acerco a mí.

—Eso ya no es asunto mío.

Me aleje del comedor, como alma que lleva el diablo.

[...]
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