Well if you wanted honesty,
that's all you had to say
I never want to let you down or have you go,
it's better off this wayIm Not Okay (I Promise), My Chemical Romance
—¡Maldita sea, Katsuki, no estoy hecho de cristal!
—¡Lo sé, lo sé!
—¡A veces pareciera...!
—¡LO SÉ! —Se lleva las manos a la cara. No sabe por qué empezó la pelea—. ¡LO SÉ!
Probablemente por su culpa.
—¿Entonces? ¿Qué carajos fue eso? —No puede verlo a la cara—. ¡No creí que justamente tú harías una estupidez como esa!
—¡Era mi problema! ¡Llevaba meses persiguiéndome!
—¡También era el mío si te perseguía a ti! ¡SOMOS UN EQUIPO, CARAJO!
—¡Lo sé!
Sabe muchas cosas. En teoría. Pero nunca sabe cómo reaccionar, qué es lo correcto, qué debería de hacer. Nunca sabe por qué se va a sentir culpable después.
—¡No parece!
—Sólo intentaba...
«¿Qué intentabas, Katsuki?», le dice su cabeza. Sus pensamientos son implacables. No sabe qué duele más: los gritos de Eijiro, sus ojos dolidos, que ni si quiera puede mirar directamente o lo que suena en su cabeza. «¿Qué intentabas apartándolo?»
—Era lo más lógico —empieza. Sí, podía serlo. Si él sólo podía contra el maldito villano de cuarta que llevaba meses detrás de él, no valía la pena desperdiciar más recursos, más energías—. Sólo intentaba hacer lo más...
—Tonterías —interrumpe Eijiro. Y Katsuki no le ha oído una voz tan fría en años. Le da miedo, lo deja sin saber qué decir—. Esa es una excusa y los sabes, ¿no?
—Eijiro..., sólo...
—Confías en mí, ¿no? —pregunta—. ¡Carajo, Katsuki! ¡También soy un héroe! ¡Conozco los malditos riesgos! ¡¿O esto no es como lo era antes?! ¡Carajo!
—Eijiro...
—Nunca te has contenido cuando entrenamos juntos. ¡Carajo! Por eso te respeté desde el primer momento. —Aquellas palabras se le clavan hondo, porque tiene razón. Así empezó todo—. Siempre me has visto como un igual, pero...
—Era lo más lógico. —Le salen las palabras como un murmullo. Pero Eijiro tiene razón. Hace la mierda que hace a veces por otras razones. Y nunca se las explica, porque no sabe cómo decir las cosas. Vuelve a pasarse las manos por la cara.
—¡Pendejadas! —espeta Eijiro—. Dímelo a la cara, Katsuki. La verdad. —Lo agarra de a playera y lo jala un poco hacia sí—. Tú y yo sabemos que lo de lo más lógico es sólo una excusa.
Traga saliva. Mira al suelo.
Ve sus pies y los de Eijiro. De repente son la cosa más interesante del mundo. Su cerebro está gritando y él sólo quiere gritarle que se calle.
—Allá afuera es más real —dice, finalmente.
—Pero eso ya lo sabíamos, ¿no? —espeta Eijiro—. Carajo, Katsuki. No tienes que alejarme de tus problemas.
—Puedo con ellos y...
—¡SOMOS UN EQUIPO! —le grita. Katsuki aprieta los dientes—. Eso no está a negociación, ¿lo entiendes? Estamos juntos, carajo. Lo que te ponga en peligro a ti, lo hará a mí. Y viceversa. Me importa un carajo lo que creas.
—¡Quizá no quiero que mi vida te ponga en problemas!
«Somos héroes, ya tenemos suficientes nosotros solos».
Eijiro no le ha soltado la camiseta y su mano está en un puño. Lo ve endurecerse, si acaso de puro enojo.
—¡Te quiero, carajo! ¡QUIERO EL MALDITO PROBLEMA!
Y de repente, el silencio. Katsuki sólo escucha las respiraciones agitadas de ambos y la voz de su cabeza. Sí, fue una tontería. Sí, no lo apartó de aquella misión porque fuera lo más lógico —aunque lo era—. Sí, en realidad lo hizo porque a veces, sólo a veces, lo consume el miedo. Y porque ser un héroe es tal y como esperaba, pero también nada como creía. Odia ser vulnerable.
—Lo siento —murmura. Las dos palabras le cuestan, pero las dice—. Lo siento. No pensé...
—No, claramente. —Todavía siente algo de resentimiento en la voz de Eijiro—. Soy un héroe también. No soy de cristal. Ni nada.
—Lo siento —repite, como un mantra. Su cabeza grita. Pero él sólo piensa en las palabras de Eijiro. «Quiero el maldito problema». Todo su interior grita.
—Me enamoré de ti porque siempre me viste como tu igual. —Eijiro le suelta la camiseta, su mano se dirige a la barbilla de Katsuki—. Y sé que crees que tienes que ser invencible y no tener ninguna debilidad. —Katsuki abre la boca, como para decir algo, pero Eijiro lo corta—. No, espera, déjame terminar. Ya sé que te da miedo que me ocurra algo. Lo sé. Lo pienso. Todo el tiempo en mi cabeza pienso qué haré si te ocurre algo ti. Cuando estás peleando. Siempre... Supongo que es lo que sientes tú. Quiero creer. Pero quiero el problema. Los villanos que te persiguen. Me encanta patearles el trasero.
Debería aprender a decir las cosas, antes de que explote. A admitir que a veces las cosas le dan miedo.
Eijiro lo quiere tanto que duele por dentro.
—Lo siento —le dice.
«Debí de haber pensado antes», es lo que lo le sale.
—En serio, Katsuki. Me niego a ser una debilidad tuya —espeta—. Sé que por eso nunca hiciste nada, sé que por eso tuve que besarte yo.
Carajo.
—No es...
—Sí es eso. Te conozco lo suficiente como para saber qué es lo que sientes que te vuelve vulnerable —espeta—. No siempre. Pero lo noto. Que te quede claro, me niego a ser una debilidad tuya.
—Lo siento.
—Perdonado.
—También quiero tus malditos problemas. —Eso le cuesta más, pero le dice—. No te soportaría de otra manera.
—Me halagas. La única persona en el mundo a la que Katsuki Bakugo soporta.
—Más o menos.
—Es en serio, Katsuki. Me niego a ser tu debilidad. Somos héroes. Sabemos lo que eso significa, ¿no? Tenemos que vivir con eso.
—¡Que sí, carajo!
Lo besa. Su interior todavía grita. «Tienes que aprender a decir las cosas, Katsuki». Poco a poco. Poco a poco.
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Vida de Héroe [Kiribaku]
FanfictionKatsuki siempre ha pensando que eso de ver tu vida ante tus ojos cuando estás a punto de morir es una estupidez. Pero ahora está en uno de esos instantes. (Y si le preguntan: no, no está ni cerca de morir). Kiribaku / Bakushima (Especial navidad 201...