Así se siente vivir

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How it should you be
Many years after the disasters that we've seen
What we have learned
Other than people burn in purifying flame

The Only Hope For Me Is You, My Chemical Romance

Intenta mantenerse despierto a pesar de saber que no va a lograrlo. Porque es así. Siente que si le grita lo suficiente a su cerebro o a sus órganos van a hacerle caso. Pero no. Por supuesto que no. No puede dejar de pensar en Eijiro y oye sus gritos mientras lucha contra la inconciencia. Los sigue oyendo —quizá un poco más desesperados— cuando siente el filo de algo que se le clava en una pierna. No es un cuchillo, piensa. No es algo realmente afilado. Es sólo algo. Un tubo roto. Un pedazo de metar con un pico. Un pedazo de escombro. El dolor acaba cegándolo y el aire alrededor del villano que acaba de noquear de un puñetazo todavía es somnífero. Alcanza a soltar otra explosión —aunque sin control, porque su cuerpo apenas si le responde— antes de ver negro.

Sólo piensa en Eijiro, intentando que eso aleje el dolor.

(¿Sí noqueó al villano?)

No sabe si pasa una eternidad o unos minutos cuando oye voces y siente que alguien está intentando despertarlo.

«¡KATSUKI!», le parece oír en sueños. Es una voz conocida. Una voz que le gusta. Pero suena desesperada. Eso no está bien. Y luego se da cuenta de que no son sus sueños, se da cuenta de que está despertando y que esta es la voz de Eijiro y que hay una mano sobre su mejilla —la de Eijiro, probablemente— y abre los ojos.

La luz lo deslumbra. Todavía es de día.

Cierra los ojos una vez, dos veces. Así que no se murió.

Pero lo que siente es como morirse. O muy cerca. Una pierna le duele tanto que no sabe si realmente la siente. Y no es la única herida que tiene. Hay una superficial en su vientre que alcanza a sentir porque su mano se llena de sangre al intentar moverla. Y siente todo el cuerpo golpeado. Eso significa que ya no tiene adrenalina para ignorar que está cayéndose a pedazos.

También nota que está recargado contra una pared, así que alguien lo movió.

—¿Katsuki? ¿Katsuki?

—Hiciste bien en llamarnos... —Esa voz no es la de Eijiro. Pero no es desconocida. Carajo, Katsuki está demasiado confundido.

—No sabía qué hacer... creí que... no iba a salir de esto pero... estaba respirando... —Una pausa—. ¡Katsuki!

—Ei...

Es lo primero que sale de su boca. Intenta incorporarse, pero una voz de lo impise. Y alguien le pasa un pedazo de tela.

—Lo siento —dice Eijiro—, teníamos que despertarte. —Señala el pedazo de tela—. Muerde eso.

—¿Qué?

—Hice un torniquete en tu pierna, pero sigues perdiendo sangre y... —Katsuki vuelve a parpadear. Siente todavía que está dopado con la singularidad del villano al que, por cierto, no puede ver en ningún lado—. No hay servicios médicos suficiente y... no sabemos cuándo...

—Sólo muerde eso, Bakugo. —Por fin identifica la voz.

Todoroki.

¿Qué carajos hace allí?

Hasta que ve cómo su mano izquierda se acerca a su pierna herida y comprende lo que está a punto de pasar.

—Esto va a doler.

—¡No! ¡Espera! ¡Vas a dejarme una cicatriz asquerosa!

—¡Bakugo! —No es común que Todoroki alce la voz, pero lo hace. Y Katsuki comprende un poco la desesperación en la que están. Se siente débil, a punto de perder el conocimiento otra vez y tiene la tentación de dejarse llevar.

Es tan, pero tan tentador.

—¡Ey, Katsuki! —Ese es Eijiro—. ¡No te duermas! Si vuelves a dormirte, la singularidad de ese tipo...

—¿Vamos a seguir perdiendo tiempo o vamos a cauterizar esto? —pregunta Todoroki.

Como respuesta, Katsuki se digna a morder el pedazo de tela que tiene en la mano y a fingir que no va a pasar lo que está a punto de pasar. Nunca ha sentido una quemadura realmente. Siente tentación de gritar cuando siete el fuego de Todoroki en contacto con su piel. Lo hace hasta que deja de derramar sangre.

En algún momento, una de sus manos busca a Eijiro y encuentra un brazo y lo aprieta todo lo que puede.

No está muerto.

(Aunque todavía no sabe si considerarse realmente vivo).

—También creo que tienes la pierta rota, Bakugo —dice Todoroki—. Pero eso tendrá que esperar a que lleguen los servicios médicos.

Todoroki deja su posición en cuclillas y se pone en pie.

—¿Arrestaron a todos los villanos? —Eijiro se dirige a él.

—Sí —responde Todoroki—, creemos. Algunos están muertos. —Suspira—. Pero la amenaza está neutralizada, de momento. Partes de Tokio están en pedazos.

—¿Hay más bajas...?

Katsuki nota que la mirada de Eijiro se dirige a su derecha, donde alcanza a ver uno de los guantes de Hakagure. Allí debe estar ella. Lo último que había dicho Eijiro sobre ella era que no respiraba. (Y no debe ser la única, hacía tiempo que los héroes no se enfrentaban a tal amenaza).

—No sé —responde Todoroki. Una pausa—. No sé.

—Ei... —llama Katsuki.

Y el pelirrojo vuelve a ponerle atención.

La mano que está en su brazo se mueve hasta su hombro. Quiere atraerlo hacia sí para abrazarlo, pero no tiene las fuerzas suficientes para hacerlo, así que se conforma con posar una mano en su hombre y ya.

—Me alegro de que estés bien —dice.

Los ojos de Eijiro se llenan de lágrimas.

(Y él si lo abraza, con tanto cuidado como puede para no lastimarlo).

—Yo debería decir eso —murmura. Se le rompe la voz—. Yo debería decir eso.

Vida de Héroe [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora