La Prima De Bella (Parte 4)

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Desperté a causa de unos fuertes golpes en la ventana, la oscuridad aun rodeaba la estancia así que debían de ser como mucho entre las 04:00-05:00. Aparté la colcha para levantarme pero me arrepentí en el momento en el que el frío golpeó mi cuerpo.

Frotaba mis brazos en busca de calor mientras me acercaba a la ventana, afuera se desataba una gran tormenta: una lluvia descomunal empapaba las calles mientras el viento movía con fuerza las copas de los arboles.

Me quedé mirando la tormenta pensando en la sensación que estaba sintiendo, como si tuviera un nudo en el pecho. Esta noche no había tenido aquella pesadilla, ni siquiera había soñado con nada. Me alegraba el echo de haber podido descansar una noche después de semana y media sin apenas pegar ojo  pero la preocupación era mayor por el mal presentimiento que estaba teniendo.

Sabia que no iba a volver a conciliar el sueño así que me dirigí al armario y me vestí, después me maquille un poco y bajé.

Sentada en el suelo frente a la mesa tenía todos los apuntes para el examen de hoy, intentaba concentrarme pero no lo conseguía y eso me frustraba.
Mi vista se dirigió a la puerta cuando esta se abrió, por ella entraron Leah y Seth empapados.
L- Todavía es muy pronto ¿que haces despierta?- Se acercó y beso mi mejilla, Seth me guiñó un ojo y se fue arriba.
F- Me desperté por la tormenta y sabía que no podría dormir. ¿Como ha ido la guardia?
L- Bien, ya sabes: dar vueltas por el bosque, estar atentos por si cualquier sanguijuela nueva se acerca, estar a punto de arrancarle la cabeza a Jared...,lo mismo de siempre.- Ante eso reí negando con la cabeza
F- ¿Que ha hecho ahora?
L- Lo que mejor se le da: molestar y sacar de quicio, ya le conoces. Iré a cambiarme y te cuento.- Asenti con una sonrisa y se fue.

Comencé a guardar las cosas en la mochila y cuando ya tuve todo listo fui a la cocina.

El olor del café se hizo presente a medida que se hacía, puse el pan de molde en la tostadora para que se fueran haciendo y fui cortando algo de fruta.
Sc- ¿Te ayudo?- Preguntó mientras besaba mi mejilla.
F- Si por favor, solo queda poner la mesa.