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Los días pasaban y mi preocupación seguía creciendo, apenas dormía por el miedo a tener las mismas pesadillas de todas las noches. Seguía buscando cualquier cosa que explicara lo que estaba pasando, tenia la esperanza de haber pasado por alto algún detalle y ojeaba las hojas una y otra vez.

Esta noche no había sido la excepción, me levantaba cada dos por tres y andaba por toda la habitación, volvía a tumbarme y al rato me levantaba de nuevo. Cuando quise darme cuenta eran las 06:30AM y harta de estar allí me fui a ducharme.

Tardé 15 minutos, cuando salí me coloque frente al espejo y quité el vapor que había quedado por el calor del agua. La imagen que encontré no me sorprendió, mis ojeras eran mas marcadas y la piel mas pálida, los ojos los tenia apagados y la expresión que reflejaba mi rostro era decaído.
Aparté la mirada y me vestí, me maquille un poco y una vez lista tomé mis cosas y me fui hacia el coche.

El sol relucía ante aquel cielo despejado, cosa rara por esta zona, pero eso no disminuía el frío y el viento de todos los días.

Cuando llegué la gente ya estaba amontonada en el aparcamiento asi que me fui directa a clase.
Las horas pasaban muy lentas, intentaba concentrarme en las clases pero estaba tan cansada que apenas entendía lo que decían.
La peor hora sin duda fue la de calculo.
Prof.- Chicos, esta clase será crucial para el examen del lunes.
Alum.- ¿Que examen?
Prof.- ¿No lo dije?- Esa cara de sorpresa que puso era mas falsa que las joyas que llevaba, siempre hacia lo mismo por lo que no me sorprendió que anunciara un examen con un margen de tres días.- Vaya, vais a tener que poneros las pilas para no suspender.

Lo bueno es que cada día repasaba un poco de calculo, mas que nada por cosas como esta. Pocos estaban como yo, la mayoría eran un manojo de nervios.

Todos tomaban apuntes sin cesar, yo me distraje abriendo mi agenda y observé el calendario con una pequeña sonrisa. Ahí estaba apuntado el cumpleaños de Paul el cual sería mañana.
Estos días me había encargado de organizarlo todo. Ya que era el primer cumpleaños que pasaba junto a él quería hacerlo bien, pero la cosa no quedaba solo ahí, aparte del cumpleaños había una sorpresa aun mejor, una que sabía que le haría mucha ilusión.

Entre las clases y esto, por el día lograba mantenerme distraida, había sido mi vía de es escape.

Al oír el timbre salí de mi distraccion y después de recoger mis cosas me fui directa a la salida.

El aparcamiento comenzaba a llenarse de estudiantes, todos aprovechando el día soleado y mas siendo viernes. Al salir de allí me desvié del camino de siempre para ir a Port Ángeles.

Tardé nueve minutos en llegar al pueblo. Las calles estaban mas concurridas de lo normal y había bastantes coches estacionados por lo que aparque en el primer sitio que encontré.
Al llegar a la tienda me acerqué al mostrador y la dependienta me entregó el regalo que dejé encargado, al abrir la caja había diferentes tamaños de marcos de fotos en uno mas grande, las fotos estaban colocadas tal cual las quería y los grabados como los pedí así que le pague lo que costaba y me fui.

La Prima De Bella (Parte 4) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora