A partir de ese día, no volví a ser el mismo. De vez en cuando me iba a sentar afuera de la biblioteca a mirar si salía y podía seguirlo... Aprendí sus horarios y me escondía cuando salía.
Cierto día, lo encontré en un centro comercial. Documini tenía que documentarlo...
MinHo era demasiado bonito para este mundo, ¿por qué diosito le dio toda la belleza?
Pero no todo fueron rosas y serpentinas. Llegó la perra cuarentena.
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Acosando al Chaneque
Short StoryDonde un chico de preparatoria persigue al bibliotecario de la universidad de su primo.