9. Amor de padre.

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El suave sonido del líquido intravenoso fluyendo por ese delgado y ligero tubo de silicona lo hizo despertar, el mínimo ruido del lugar ya podría ponerle la piel de gallina apenas dejó aparecer esos zafiros; inquieto por el nuevo escenario frente a el dirigió lentamente esa cansada y triste mirada hacia abajo de el, sus dedos ya tenían ese natural color durazno y en su antebrazo yacia la incómoda intravenosa con dos bolsas de solución salina que parecían puestas hace no mucho tiempo. La esquina inferior derecha de la cama parecía desprolija y desacomodada a comparación de los otros extremos de la manta caqui sobre su cuerpo, significaba que alguien había estado ahí no hace mucho. La habitación solitaria y de colores fríos solo lograba darle un inmenso sentimiento de melancolía que lo atrapaba ya hace días; podía estar bien físicamente, pero en su interior todo se veía tan lúgubre como esa macabra habitación sacada de una película de terror psicológico.

Dirigió su mirada hacia la mesa de madera blanca a su lado, sostenía un precioso y colorido jarrón con una pequeña pintura de un viñedo en una puesta de sol visto desde arriba.

Contenía muchos tipos de flores de colores, tan aromáticas y suaves que lograron que Jonathan se sentase sobre la cama; claramente habían Sido dejadas ahí por la única persona que conocía que tenía un parecido en su alma con ese florero, Speedwagon lo había dejado ahí y también lo había llevado al hospital. Poco a poco volvían sus recuerdos del día anterior dónde había tenido una charla que se convirtió en una ligera discusión con su amigo, ahora estaba seguro de quién probablemente había estado al borde de su cama dejando una marca en su manta. Ciertamente, la marca se veía demasiado grande para haber Sido del de ojos oscuros.

- Buenos días, me alegra verlo despierto señor Joestar- Una enfermera joven de cabellos castaños y una cálida sonrisa había entrado por la puerta con una caja con más bolsas de solución salina, algunos pomos y de más.

- Buenos días, señorita- Habló débilmente mientras se reincorporaba en su cama.

- Oh! No sé esfuerce, por favor! Podría hacerse daño, déjeme ayudarlo. Pronto vendrá su familia para visitarlo, estuvieron aquí hace una hora- Sonrió amablemente mientras acomodó la cama de Jonathan y a él de una forma tan delicada como si de una frágil porcelana se tratase.

El de zafiros se preguntaba porque la enfermera lo trataba con tanta delicadeza. Pronto llegó a la conclusión de que el estado en el que se encontraba cuando Speedwagon lo llevó ahí era deplorable y ahora necesitaba de muchos cuidados, eso lo frustró de solo pensarlo.

- Muchas gracias, es muy amable- Contestó algo confundido, la miró fijamente y pensó en que de ahora en adelante tal vez sería tratado así por un tiempo- Hoy... Mi familia vino a verme? Quien tanto había venido? Si no es molestia preguntar, claro.

Pronto la palabra "familia" que la joven beta había utilizado le puso los pelos de punta, inmediatamente vino la imagen de su padre a su cabeza y pensó en todas las consecuencias que vendrían desde ahí. Estaba desolado en ese momento, creía que su estómago se lo comería vivo, por alguna razón.

- No es molestia, señor. Aquí justamente tenía la lista de visitantes, todos firman al entrar- Le entregó una lista en papel Bond de 5 hojas que había en un cajón en la mesa de madera blanca junto a la cama de Jonathan.

En cuanto vió la lista no pudo evitar abrir los ojos como platos de par en par al ver que cada hoja era un día y cada una estaba llena en las dos páginas, desde el primer día revisó que solo Speedwagon lo había visitado en la mañana y en el almuerzo, a medio día el señor Joestar y Speedwagon habían ido a verlo.

Solo con ver el nombre y la firma refinada y perfecta de su padre le ponían los pelos de punta, podía sentir el frío sudor bajar por su nuca y las lágrimas se asomaban impertinentes por sus zafiros. No podía llorar, no lo haría frente a la enfermera.

Ambitious | DioJona AU (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora