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"Te mentiría si te dijera si no sentí algo inflarse en mi pecho cuando vi que leíste aquella carta y la guardaste. No la tiraste, solo la abandonaste, pero con eso tengo más que suficiente.

Oh Seok Jin, acabas de abrir más la puerta que me hará entrar a tu vida. Estoy ansioso, tú también deberías estarlo, se que tu última relación fue desastrosa. La mía también lo fue así que no estás solo. Te entiendo, pequeño. Estarás recibiendo cartas a menudo y más te vale no tirarlas, me enojaré mucho si lo hace Jin. No quieres hacerme enojar, nuestra primera pelea quiero que valga la pena.

No lo sé, que me reclames por llegar tarde a caso o no darte un largo beso al irme. Lo siento, me he desviado demasiado de mi imaginación. Te entregaré mañana otra tarjeta. Cuando éstas finalicen finalmente podremos conocernos, lo prometo."


Seok Jin no podía creer que hubiese una segunda nota al día siguiente. Se ajustó las bolsas de compras y se agachó para depositarlas en el suelo antes de recoger la carta y leerla rápidamente. Su ceño se fue frunciendo de a poco hasta que acabó.

Volvió a observar a sus costados pero esta vez con más fuerza y esperar unos segundos. Apretó sus labios y la arrugó antes de tomar las comprar y entrar nuevamente a la casa. Nuevamente no había nadie en la cuadra.

𝖫𝗂𝗆𝖾𝗋𝖾𝗇𝖼𝗂𝖺 → 𝖭𝖺𝗆𝗃𝗂𝗇 ←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora