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"Nuevamente nos encontramos mi pequeño. Admito que ayer te estuve siguiendo un poco, lucías precioso con aquella camisa a rayas blanca y gris azulado. Luces extrañamente bien a rayas, espero te vistas más así para complacerme así que cuando estemos juntos te pediré vestirlas.

Cómo apenas traer fue la primera vez que te seguí hasta la universidad pude de percatarme de varias cosas, quizás debería tener cuidado Kim Seok Jin. Podría molestarme si esto sigue. La primera es que el grupo de chicas junto a los girasoles no te quita la vista de encima cuando entras. Inclusive algunos chicos también voltean a verte. No los culpó, eres muy hermoso y llamas mucho la atención. Cuando seas mío más les vale mantener su vista a raya, odiaría si ellos pensaran las mismas cosas que deseo hacer contigo.

Aunque ¿Te digo que es curioso? Que seguramente lo han hecho. Es inevitable, eres precioso. Tienes un aura muy pura, dulce e inocente. Cuántas cosas morbosas no habrán pensado ellos. Claro, locos hormonales. Si te sirve de algo, deben ser más vírgenes que María, babean como perros al verte, no tienen control. Si fuera como ellos ya te hubiera tomado apenas te cruzaste en mi camino .

Pero no lo haré. Tengo mejores cosas esperando por nosotros, sin duda más placenteras de lo que ellos te podrán llegar a dar. Por cierto espero te haya gustado la pequeña sorpresa de ayer. No fue nada fácil colarme en tu casa, muy bonita por cierto.. pero no más que tú.
Eso nunca. Tu belleza es magnífica, angelical y de otro mundo.

Eres perfección pura Jin."

El chico observo la carta y sus mejillas volvieron a tomarse rojas. Trago saliva con dificultad y relamió un poco sus labios sintiendo su corazón ir más rápido en su pecho. Guardó la carta igualmente y dió un último vistazo a la calle antes de entrar a casa.

Se asomó otra vez por la ventana y después de asegurarse que no había movimiento, cerró las cortinas y las ventanas. Recorrió la casa asegurándose que las puertas y ventanas estaban bien cerradas y bajo a la cocina para tomar un poco de jugo. Observó las rosas apoyadas exactamente dónde estaban ayer junto con la cajetilla de cigarros. Tomo ambos objetos e hizo una nueva antes de negar con la cabeza y alejarse después de beber.

Tiró ambos regalos a la basura.

𝖫𝗂𝗆𝖾𝗋𝖾𝗇𝖼𝗂𝖺 → 𝖭𝖺𝗆𝗃𝗂𝗇 ←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora