|Una Ansiada Cita|

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Aquellas horas habían sido tortuosas para el peliazul. El solo imaginar que podría volver a ver a su ídolo y amor de toda la vida, le hacía erizar su piel. Era increíble el pensar que todos sus absurdos sueños de puberto se habían vuelto realidad, no solo sexuales sino también de romance; porque no solo veía a Murdoc como el producto de sus mayores fantasías, lo veía como el hombre con el que se casaría. Siempre estaba pendiente de sus redes sociales y de las pocas entrevistas que le llegaban a hacer, y creía que lo conocía mejor que nadie.

Así que se preparo de la mejor manera para su cita. Estuvo horas mirando que ponerse, combinando ropa, estilos, haciendo miles de maquillajes, hasta que logro lo que quería. Stuart quería tener un look informal pero arreglado, sexy pero que no mostrara mucho, que resaltara sus cualidades pero que no fueran el centro de atención; hasta el mismo lo sabía, era todo un lío hacer todo eso.

Su outfit consistía en unos jeans negros ajustados con rotos, unas medias de rejilla bajo el pantalón, sus siempre fieles converse de corte bota negros, una camiseta de manga corta con botones y estampado de calaveras en negro y algunos accesorios en plateado; y que decir de su maquillaje, un largo delineado negro con un poco de rubor por sus mejillas y gloss sobre sus labios. Pero eso no solo era todo, bajo toda esa ropa el chico se había preparado con unas lindas bragas de encaje negro, quería reforzar todo tipo de posibilidades que podrían suceder aquella noche.

Estaba mirándose en el espejo cuando sintió su teléfono vibrar, tomó mirando un mensaje que lo hizo saltar de felicidad.

Murdoc <3
"Sal, llegó en dos minutos"

Se colocó un poco de colonia y salió corriendo de su departamento a la entrada de la universidad y ahí pudo ver un Camaro negro con ese maravilloso hombre dentro. Se acercó intentando no parecer muy emocionado y se asomo por la ventana.

—¿Espera a alguien señor?— Le sonrió mostrando aquel espacio faltante de dientes mientras soltaba una risita burlona.

Murdoc volteo a mirarlo y le dedico una sonrisa mientras le quitaba el seguro a la puerta —Verás jovencito, buscaba a un actor, se llama Stuart—

Stu se movió para abrir la puerta y entrar el el auto, agradecía a Buda que se haya tomado su chiste a bien. Se acomodo en el asiento, cerro la puerta y se colocó el cinturón de seguridad.

—Muchas gracias por invitarme a cenar— Se acomodo el cabello intentando ser algo coqueto.

—No es nada chico, además tengo que comentarte algunas cosas— El mayor encendio el auto y antes de arrancar miró de reojo al chico de pies a cabeza para después sonreír y comenzar a conducir a el restaurante.

¿Qué había sido eso? ¿Stuart había visto bien? Estaba que quería estallar de la felicidad, Murdoc Nicalls le había dado su aprobación. Algo se le había quedado muy marcado a Stuart de una de las entrevistas de Murdoc; el comentó que si le gustaba alguien le daba una mirada de pies a cabeza antes de sonreír y eso había hecho con el en aquel momento.

—Dime chico ¿Qué te trajo a la industria del porno?—

Aquellas palabras sacaron a Stu de su delirio y pensó un poco —La verdad no lo sé en concreto... La empresa me contacto después de ver mi video en donde se la chupaba a mi ex— Se encogió de hombros.

—O si lo vi, tienes mucho talento y bueno logre comprobarlo— Soltó una risa algo burlona mientras miraba el camino —No disfrutaba tanto una grabación desde hace algún tiempo—

Aquellas palabras hicieron que el peliazul se sonrojase hasta las orejas —M-Muchas g-gracias, e-eso significa m-mucho v-viniendo de t-ti— Comenzó a tartamudear de lo nervioso.

 ℙ𝕠𝕣𝕟𝕤𝕥𝕒𝕣  [𝚂𝚝𝚞𝚍𝚘𝚌] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora