dragon; kiribaku

18

El pelirrojo se removió un poco y miró a su alrededor algo confundido. Estaba en un lugar algo oscuro a excepción de la tenue luz de un farol que había sobre una mesa. Intentó soltarse ya que sintió sus manos atadas pero no pudo lograrlo, algo lo estaba debilitando y se sentía como si hubieran hecho algo con él ya que tampoco podía transformarse.

Miró hacia su derecha y pudo ver a un chico sentado en una silla y atado. Luego de aclarar un poco su visión pudo reconocerlo.

—Todoroki, ¿eres tú?

—Sí —lo miró—. Veo que por fin despertaste, ¿cómo te sientes?

—Extraño y algo débil, pero después de eso no me quejo —sonrió mostrando sus dientes y pestañeando algo pesado.

—Oí que hablaban de que te estuvieron dando algún tipo de veneno para dragones. Te están debilitando para que no puedas transformarte —sonrió de lado—. No te preocupes, sus efectos no son a largo plazo a juzgar por los ingredientes que usaron.

—Wow, gracias por fijarte en eso —suspiró—. Comenzaba a asustarme un poco por ello.

—No te preocupes, el efecto pasará en cuanto dejes de estar en contacto con el veneno, seguramente en poco tiempo vendrán a buscarnos y podrás estar más fuerte —se acomodó en su lugar.

—¿Por qué estás aquí? Es decir, ¿cómo acabaste aquí? —lo observó curioso.

—Iban a llevarse a Midoriya así que quise evitarlo y terminaron por tomarme a mí. Además saben que soy hijo de Endeavor, harán lo que fuera por tenerme aquí solo para que mi padre haga algo por ellos —se encogió de hombros—. Estoy seguro de que si hubieran capturado a Midoriya no estaría vivo ahora mismo.

—Eres un gran amigo por lo que veo —sonrió ampliamente y el chico de cabello extraño negó con su cabeza levemente—. No soy amigo de Midoriya.

—¿No? Lo siento, es que, contaste eso y creí que...

—Soy su prometido —lo interrumpió mientras recibía una mirada sorprendida por parte del mitad dragón al oír aquello.

—¿Y qué es eso? —su cola de dragón se movió un poco al hacer aquella pregunta, sin duda le daba demasiada curiosidad y además necesitaba oír la respuesta.

—Significa que vamos a casarnos en algún momento —le sonrió al notar su entusiasmo en aquel tema de conversación.

—Oh... Ya veo. Me gustaría ser el prometido de Katsuki —miró hacia otro lado mientras sonreía tontamente—. Pero estoy seguro de que él no me pediría algo así.

—Yo creo que sí —sonrió Todoroki mientras lo miraba—. Me contó de lo mucho que te quiere y lo importante que eres para él. Y, si debo ser honesto contigo, no lo he visto actuar igual con nadie más así que estoy seguro de que contigo será diferente —se encogió de hombros—. Contigo el va realmente en serio.

—Lo sé, pero no luce como alguien a quien le gusten esas cosas —sonrió—. Aún así, ya hicimos la promesa de estar siempre con el otro y de volver a encontrarnos sin importar qué, supongo que eso es más fuerte que un título.

—El título no importa realmente, supongo que lo más importante es si los sentimientos son genuinos —suspiró—. Izuku y yo nos comprometimos simplemente porque a él le gustan esas cosas y yo no me opongo, me gusta verlo feliz y si puedo ser causante de ello me siento pleno y completo —hizo una pausa—. Es por eso que daría mi vida por él y esta vez decidí arriesgarme por él.

—Espero que luego de esto nos inviten a su boda —frunció el ceño fingiendo indignación.

—Tranquilo, Bakugo y tú están más que invitados —sonrió y después comenzó a toser mientras miraba hacia otro lado.