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Me llamo Dione, tengo 20 años y soy estudiante de periodismo en Seúl. Trabajo para RedNews, una empresa en la cual me dedico junto a mi maestro a investigar casos con pruebas supuestamente fraudulentas. 

Tengo la suerte o la desgracia de poder conocer a fondo todo este mundo, mi padre fue acusado y desde mi opinión, asesinado por el gobierno de una forma totalmente injusta. Por ello mi infancia se tuvo que ir tan rápido que ni siquiera recuerdo las risas de mis compañeros cuando jugábamos a las escondidas. 
Ahora con 20 años puedo asegurar que vengaré a todos aquellos que hacen el mal por el bien propio. Aquellos que tienen una empatía nula hacia otro ser viviente, lacras sociales.

Al mostrar mi opinión al mundo me preguntan con frecuencia el porqué estudié periodismo y no derecho, mi respuesta siempre es la misma, ¿Para que quiero ser abogada si ya tengo a un mejor amigo que lo es? Yo soy la que se mete en líos, la que siempre ha sido capaz de encontrar cualquier pista en un lugar vacío. Digamos que tengo el don de percibir cuando alguien es una mala persona, cuando esconden algo que quieren que se quede oculto por el resto de sus vidas. Así que, este es mi trabajo, esta es mi vida y mi futuro. Todo mi yo estará dedicado siempre a aniquilar el mal. ¿Superheroina? No, solo una persona dañada, con una herida en el corazón que no se puede cerrar, solo puedo aliviar el dolor de mi alma cuando hago un acto que conllevará felicidad a alguien, la felicidad de la cual yo no puedo disfrutar y la que anhelé de niña.

DÍA 1

Era mi padre, jugaba con él a correr por el pasillo mientras mi madre gritaba desde su habitación que como rompiéramos algo seriamos terriblemente castigados. Podía verme sonriendo con amplitud, era yo, tan feliz y sin preocupaciones, sin ser verdaderamente consciente de lo que iba suceder solo unas horas después. 
Mi padre colocó a mi yo de nueve años en el asiento trasero del coche, se aseguró de que estuviera bien agarrada, me dio un beso en la frente y cerró la puerta. Puedo sentir mi propia felicidad, pero también sentía la verdadera angustia que este sueño me estaba causando, solo quiero despertarme.
El coche aceleró y de pronto yo me convertí en esa niña, ya no era como en una película en tercera persona, ahora volvía a tener nueve años y no podía escapar. Mordí mi brazo y grité con todas mis fuerzas, pero como siempre nadie me escuchaba, no podía escapar de un pasado que me perseguía hasta en mis sueños. 

Entre risas de mis padres mi corazón se iba acelerando, podía ver la curva al fondo de la carretera, veía la muerte de mi madre cada vez acercándose más rápido. Cerré mis ojos y solo esperé a los gritos de dolor, de miedo. Esperaba sentir las cálidas manos de mi madre en mis piernas, protegiéndome como siempre lo había hecho, aunque su vida fuera en ello.
Gracias por ser mi ángel siempre mamá. 

....

- ¡DIONE! -.Abrí mis ojos y sentí mi cuerpo sudado, mis manos temblaban y casi no sentía mis piernas. Miré hacia arriba y vi la cara de Sang Ji. En su rostro se denotaba la preocupación de siempre, él siempre me salvaba de mis propios recuerdos.

- Oppa, eres tú.

Él solo sonrió y me abrazó. Sus brazos eran tan cálidos como los de mi padre, podía rodearme entera y eso me hacía sentirme protegida a su lado.

- Estoy aquí, solo respira, era una pesadilla, no pasa nada.

Asentí con la cabeza y dejé que mis lágrimas cayeran, no era una pesadilla, Sang Ji lo sabía, pero nunca quería mencionar nada sobre mi pasado. Agradezco cada día que él esté a mi lado y me cuide.

- Tranquilo Oppa, estoy bien, ahora estoy como nueva gracias a ti. -.Él se alejó de mi y sonrió, me limpió las lágrimas con su mano y se levantó de mi cama.

- Entonces vístete, tenemos que irnos a la universidad. Oh y también ha llamado tu maestro, dice que después de la universidad vayas directamente a la empresa, algo nuevo -.Oppa puso sus manos en sus mejillas e hizo un gesto de sorpresa. 

Sang Ji siempre bromeaba sobre los casos que me adjuntaba el señor Lee, mi maestro. Él siempre se dejaba llevar por su instinto, y a veces acababa en un callejón sin salida del cual después ahogaba esa frustración bebiendo alcohol. Mucha gente se burlaba de él por sus varias investigaciones sin resolver, pero yo no. Quizás no encuentre siempre las pruebas necesarias, pero al parecer nadie cuenta con todos aquellos casos los cuales han sido resueltos por sus grandes habilidades. 

La gente solo ve lo que quiere ver.

Me levanté y lo primero que vi fue mi cara demacrada por mis pocas horas de sueño. Me fijé en mis rasgos faciales, supongo que mis ojos eran los que delataban mi verdadera procedencia. Si hubiera salido a mi madre, todo el mundo pensaría que soy coreana, pero tener un padre europeo no me favoreció esta vez.
El racismo que tienen algunas empresas fue lo primero que decidí investigar por mi cuenta. Soy tan coreana como cualquiera que ande por las calles, incluso tengo mejor dialecto que algunos coreanos de sangre real. 
Escudriñe mis brazos viendo algunas marcas de acciones estúpidas de una chica que no podía soportar el dolor de vivir. Pude sentir mi corazón desquebrajarse una vez más. 
Simplemente son un tatuaje más, pensé.
Un recuerdo constante de mi pasado, lloré.

Salí al baño y evité la mirada de mi compañero, amigo y abogado. 
Miré mi reflejo y juré una vez más no sentirme débil por algo que no pude controlar. Un juramento sin sentido, sin palabra, vacío. 
Las lágrimas caían de mis ojos y el dolor de ver a mi madre muerta frente a mí me invadió, pero sobre todo mi pecho se llenó de rabia, de aquella rabia que sentí cuando vi al asesino de mi madre y pronto, al culpable de que mi padre muriera en una camilla, como un animal, un cerdo sin derecho a siquiera pedir ayuda.
Jamás olvidaré sus palabras.

.....

- Quizás hoy no lo entiendas, pero esto es por el bien de mucha gente, ¿Acaso crees que la vida de tus padres vale más que la de cientos de personas? Te diré algo, cada persona tiene un precio, y tu padre pagó su muerte cuando entró en esa oficina -.Él señalo a la comisaria de policía. 

- Dione, cuando crezcas, recuérdame, porque yo soy el hombre que mató a tus padres y, ¿sabes lo mejor de esta triste historia? Nunca podrás tocarme, crece, vive y muere con ello. 

.....

Cogí el baso que había apoyado en el lavabo y lo lancé contra la ducha. 

- JURO QUE TE MATARÉ..... lo juro..

Mi destino, mi vida, dependían solo del poder ser lo suficientemente buena como para lograr acabar con ese mamón, de hundir su vida como el hizo con la mía.
Voy a por ti, y acabaré contigo, aunque mi vida dependa de ello.

Case closed.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora