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POV'S DIONE 

Tomé la quinta taza de café del día. He estado investigando los casos y a decir verdad, se me está complicando. Sang Ji está intentando conseguir una cita de visita para ver a uno de los prisioneros, pero ni siquiera él puede hacer mucho en esto. 

- Tengo una idea.- Entró por la puerta y se sentó en mi cama.- Seré el abogado de.. ¿Como se llamaba? ¡Yong Cheol! 

Miré mis papeles y busqué su nombre, Prisionero Nº 20092, Yong Cheol, condenado a nueve años de cárcel por matar a su madre. 

- ¿Por que a él y no a los otros dos? .- Miré a mi amigo y suspiró.

- Digamos que es con quien más oportunidades tengo de convertirme en su abogado.- Sonrió y yo me quedé sorprendida.

- ¿Serás su abogado? Oppa, se que la idea de defender a alguien que ya está juzgado por algo, no te agrada, pedí tu ayuda y te lo agradezco, pero creo que es demasiado por algo que quizás no tenga salida.

Sang Ji se levantó y dio unas cuantas vueltas por mi habitación, estaba pensativo, lo conozco lo suficiente como para saber como se siente en estos momentos. No quiero que mi amigo se sienta obligado a nada, yo puedo arreglármelas sola.

- Ser su abogado es lo más fácil sinceramente, puedo reunirme con él y si tú y el señor Lee estáis en lo correcto, estaremos ayudando a alguien que no merece este destino.- Giró mi silla y se arrodilló ante mi.- Si tú te metes en la boca del lobo yo iré contigo, y cuando necesites escapar también estaré ahí para correr de tu mano. Así que no temas, siempre hemos sido un gran equipo y esta vez no será diferente.

Por un momento creí que iba a llorar, él tenía un dialecto que podía hacer que mi corazón se derritiera en cualquier instante.
Me sonrío y volvió a sentarse en la cama.

- Si lo elegí a él fue porque es el más fácil de contactar. Por lo que he estado averiguando ha estado intentando contratar un abogado, pero al no tener dinero ninguno ha cedido a ayudarle. Así que seré su ángel salvador. Los otros dos es bastante más difícil, uno está condenado a pena de muerte, ¿Sabes hace cuantos años no se castiga a nadie con esa ley? 

Agaché mi cabeza y asentí.- Desde que lo hicieron con mi padre, once años.- Suspiré y miré a mi amigo.- ¿Y el otro?

- Él está condenado a cinco años, lleva cumplidos tres y tiene un buen comportamiento en la cárcel, por lo que sé está buscándose la libertad por si mismo, seguramente en unas semanas consiga la condicional. Y si es así, entonces podremos buscarlo e intentar averiguar que es lo que realmente ocurrió.- Se levantó y antes de salir de mi habitación me miró.- Si algo de lo que sospechas es cierto, les ayudaremos.

POV'S SANG JI

1 SEMANA DESPUÉS

Me miré enfrente al espejo y coloqué bien mi corbata, hoy me iba a reunir por primera vez con Yong Cheol después de haber tenido que mover algunos hilos en los que incluían hablar con mi padre y suplicarle que me concediera una audiencia con él.

Cogí mi maletín y respiré hondo, tenía que saber si esto era algo que valía la pena. Por primera vez tendría que utilizar el instinto de abogado, como si tuviera un detector de mentiras y se lo pusiera. Que ni siquiera se atreva a mentirme con la mirada. 
Coloqué las llaves del coche en mi bolsillo, mire a Dione la cual estaba dormida con la cabeza apoyada en todos los papeles de su escritorio y me fui.

Revisaron todo lo que había en mi maletín antes de entrar, portátil, papeles en blanco, bolígrafos y una grabadora.

- No malgaste mucho tiempo en escuchar sus historias, siempre es el mismo cuento chino.- Él guardia rió y me devolvió todo.

- Si usted estuviera ahí dentro injustamente, seguro que esperaría que alguien entrase por esta misma puerta a escuchar sus mentiras, o verdades, quien sabe.- Cogí mi maletín y entre al recinto. 

Esta sería la segunda vez que estoy dentro de una cárcel, y en la primera, casi me estrangulan. Esperemos que esta historia tome un rumbo diferente.

Seguí al guardia hasta una pequeña habitación, había conseguido un lugar un poco más privado para hablar que en la misma sala donde todos se reunían, siempre atentos a conversaciones ajenas. 
De pronto, la puerta se abrió y entro un chico joven, más alto que yo, moreno, pelo casi rizado y ojos oscuros. Tenía un aura triste, podía sentir su dolor solo con mirarlo.
El guardia lo sentó en la silla y ató sus esposas en la mesa.

- Puede irse, cualquier cosa le avisaré.- El guardia asintió y nos dejó solos.

Yong Cheol me miró serio, parecía como si me estuviera analizando.- ¿Por que me ayudas? Ni siquiera te puedo pagar, ni tampoco sabes si lo que digo es cierto o no, pero has venido, ¿Por que?

Lo miré y abrí mi maletín. Iba a ser sincero, yo no tenía nada que perder.- Seré honesto contigo, no estoy aquí por gusto propio, vamos a decir que hace una semana tuviste tu día de suerte y ni siquiera te habías enterado.- El chico me miró confuso y sonreí.- Tengo una amiga, ella es estudiante de periodismo, digamos que por cosas de la vida encontró tu caso y los de dos chicos más, ella cree que habéis sufrido algún tipo de coacción, yo por ende, dudo. Así que por eso estoy aquí, quiero que me digas lo que verdaderamente pasó.- Me levanté de la silla y fui a sentarme a su lado.- Si siento que eres inocente, moveré cielo y tierra para sacarte de aquí, aunque tendrás que hacer algo por mi. 

Yong Cheol asintió con la cabeza y me miró.- ¿Que tendría que hacer?

Volví a mi silla y saqué mi portátil, busqué los nombres de los otros dos chicos y se los mencioné.- Quiero que ellos también participen en esto. Si mi amiga no está equivocada los tres sufristeis la misma coacción, digamos que os metisteis con la misma gente en tiempos diferentes pero con un mismo destino, la muerte de algún familiar y vosotros en la cárcel. 

Él miró hacia la cámara y suspiró.- Yo te puedo contar todo, conozco también al otro chico, Do Hwan, pero el último.. Él está en un pabellón diferente al mío, está en el corredor de la muerte, es imposible que yo llegue ahí.

Asentí y rasqué mi cabeza, eso complicaría un poco más todo, pero aún podía ser posible con el testimonio de los dos.- Está bien, entonces consigue el del prisionero Woo Do Hwan, necesitamos encontrar coincidencias entre los casos para poder descubrir la verdad de todo. Pero, no sin antes escucharte a ti.

Yong Cheol se inclinó hacia delante y comenzó a hablar.- Solo, no pienses que estoy loco, porque esto no es una película, estás cosas suceden en la vida real y duelen tanto que te queman por dentro.  

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