candy

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Adrien despertó a las tres con quince de la tarde, encontrándose con Nino a su lado, mirando la televisión, totalmente ensimismado con la película que estaban pasando.

Una mano estaba en el mando de la TV, pero la otra estaba en su cabello, en los de Adrien, rascando su cabeza como si estuviese acariciando un gato.
Se percató entonces que él mismo estaba enrollado a Nino, sus piernas por sobre las del moreno, su brazo derecho sobre su abdomen, abrazándolo.

Pensó en quitarse de encima, pero la verdad es que era demasiado cómodo como para siquiera considerarlo una opción.

Eran ese tipo de comportamientos por parte de Nino que hacían que su corazón lata tan descontroladamente, y se sentía inexplicablemente bien con eso.

Adrien entonces cayó en cuenta de lo que estaba pensando, haciendo que su rostro se tornase rojo al instante.

El moreno notó que su acompañante por fin había despertado.

—Hey, buenos días –dijo como broma, por la hora que era–, ¿tienes hambre? Puedo prepararnos algo para comer juntos.

Creo que también te amo...” pensó, únicamente para él, pues no se atrevería a decírselo aún.

—Me parece bien, comamos algo dulce.

sweet (adrinino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora