Capítulo VI

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Hola, sean bienvenidos a leer nuevamente :)

He aquí el capítulo final de Hijo de la Luna.

Esperó que este fic haya sido de su agrado. Este capítulo lo hice un poco más largo para que puedan disfrutar más.

ADVERTENCIA: contiene un poquitín de lemon xD

Y pues nada, gracias por leer ~

•-•

La primavera había llegado, la helada brisa se volvía un poco más cálida, por las mañanas los pajarillos cantaban alegres, los árboles se llenaban de pequeños brotes verdes y poco a poco el campo se iba vistiendo con todos los colores del arcoiris.

"Eren" llamo Levi quien avivaba el fuego de la chimenea "¿quieres salir a recoger flores? Sé que te gustan y esta tarde cuando regresé las vi y estaban casi todas..." volteó a ver al chico distraído que estaba sentado y recostaba su cabeza sobre la mesa mientras veía arder el fuego "¿Eren?" preguntó inquieto.

"¿Qué sucede Levi?" Levi se acercó y tocó la frente de Eren con la palma de su mano, ésta, se encontraba fría como siempre, se puso en cuclillas y tomó las manos de su amado.

"Lo siento, lo siento" dijo a prisa el chico para no angustiarlo "sólo observaba las llamas, las he visto por montones en el señor Sol pero éstas son diferentes, son más cálidas de alguna forma, me pregunto si es porque estás aquí."

"Quién sabe, a mí todas me parecen iguales."

"Eres tan poco romántico Levi" dijo el chico con una sonrisa mientras se acomodaba en la silla.

"Te preguntaba si querías ir a recoger flores."

"Pero aun tenemos" señaló el marco de la ventana sobre el cual había un jarrón con algunas flores blancas en él.

Levi sonrió creyéndolo incrédulo, pues Eren no entendía que él sólo quería salir a caminar y posiblemente tomarlo de la mano.

En aquel lugar, el único resplandor que se podía observar era el que salía de la pequeña cabaña, el humo de la chimenea sobresalía por encima de todos los árboles, sin embargo, los únicos que podían observarlo eran los animales que vivían en el bosque que rodeaba el lago. No era un lugar solitario, ya no, Eren y Levi lo habían convertido en su hogar, lo habían llenado de agradables sentimientos. Y, aunque no podían ir muy lejos, serían felices siempre y cuando estuvieran juntos.

"¿Quieres cenar ya?" preguntó Eren sirviendo una taza de té humeante "hoy decidí hornear pan, sé que no soy muy bueno pero creo que esta vez sabrá bien."

"Eso espero Eren, la ultima vez no salió muy bien."

"He practicado mucho" respondió el chico animado.

Y no mentía, llevaba un mes practicando cocina, al inicio se le dificultó mucho, pues era la primera vez que intentaba hacer algo. Levi le mencionó que no era necesario, que él lo haría cuando llegara del trabajo, después de todo seguía necesitando dinero para comprar algunas cosas, así que salía por las mañanas y regresaba en las tardes, aunque sólo trabajaba cuando él quería. Eren siempre lo esperaba en la casa, porque ¿a dónde podría ir con el Sol sonriéndole siempre? Pensó que no era bueno bueno no hacer nada, así que decidió empezar a aprender a hacer lo que los humanos hacían. Cocinar, limpiar, lavar ropa, cultivar, etc. Aunque la mayoría de estas cosas las hacia por la noche o muy temprano antes de que el Sol saliera.

Eren sacó una bandeja con tres piezas de pan del pequeño horno de leños que tenían. Se veían deliciosos y Levi espera que supiesen igual.

"No se ven tan mal."

Hijo de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora