«Hey, Handsome!» ;EddTord;

|C A P I T U L O : 2|

Se frotó los ojos para quitarse las lagañas y así poder mantenerlos abiertos por más de cuatro segundos, no es que no haya dormido las ocho horas recomendadas, pero a cada rato algo lo despertaba, ya sea algún otro prisionero gritando -y gritaba muy fuerte, considerando que su celda estaba en un punto muy lejano del resto-o algún guardia que quería hacerse el payasito con él, sea como sea, no completó ninguno de los ciclos de sueño que comenzó, siendo el más largo de dos horas.
Igualmente una de las cosas que más le había molestado es que en una de esas ocasiones donde pudo dormir tranquilo logró tener un sueño que según sus estándares era maravilloso:

Él estaba en una sala de interrogatorios cliché, de esas con espejos que de hecho son vidrios con personas observando detrás, una mesa a la que estaba esposado y dos sillas que yo supongo es obvio para qué sirven. De repente Edd entraba por la puerta, se lo notaba enojado, golpeaba la mesa y lo tomaba de la camisa para acercarlo a su rostro diciéndole "De acuerdo, basura, haremos esto por las buenas o por las malas" entonces Tord le respondía "Por las malas, por favor", el hombre con su saco sonrió para después comenzar a besarlo apasionadamente, luego de un rato se separaban para que la camisa del prisionero sea retirada por las grandes manos del contrario, quien había cambiado de opinión y decidió besar su cuello y pecho en lugar de su boca, a lo cual el otro no se opuso...

Y luego escuchó burlas y risas para despertar y ver a su guardia de turno junto a otros... Y a Tom, todos riéndose del aparente sueño no apropiado que estaba teniendo -y ellos habían interrumpido- mientras Tord solo podía maldecir por lo bajo el hecho de haberse humillado de tal modo sin darse cuenta.

Pero eso ya pasó y tenía la suerte de que el guardia que tenia en este momento no solo estuviera dormido si no que al ser rechazado por sus compañeros no tenía idea de lo ocurrido.

El único problema que tenía era el hambre que junto con la falta de sueño lo estaba mareando, y ahora no tenía tiempo para imaginar el final del sueño pues lo único que inundaba su mente era la pregunta "¿A qué hora llega la comida?"

-Oh- escuchó como una voz familiar reaccionaba ante la incompetencia de su guardia, solo que no pudo ver a dicha persona porque se ocultaba de su vista fuera de la celda.

Luego de escuchar unos ruidos vio como el compartimiento de comida se habría para mostrarle un plato mediano de avena el cual tomó con prisa para revisarlo y sonreír al ver que nadie le había escupido. Comenzó a comer mientras seguía escuchando a la otra persona, quien dio unos pasos en dirección a la celda, como si quisiera dejarse ver, pero luego susurró "no" y dio la vuelta para retirarse.

-Oye- hablo con la avena aún en su boca -Hay un cristal blindado entre nosotros, no creo que pueda morderte aunque quisiera, Matt.

Suspiró y dio un paso al frente.

-Hola, Tord.

-Hola, viejo amigo- dijo fallando al tratar de no sonreír, el chico rubio fresa sintió escalofríos.

Sí hay algo que aclarar es que Matt odiaba a Tord, pero no como Tom.

Tom no sabe desde cuando odia a Tord, pero el odio que le tiene es fuerte, tanto que no importa si el noruego donará una fortuna a un orfanato, aún lo vería como un acto vil; tanto que, aunque no lo admita, le importa una mierda que haya hecho lo que hizo, le importa que él lo haya hecho.
En cuanto Matt, como el resto de la población odia al "Lider" que les arruinó la vida durante su intento de mandato, pero va un poco más allá de eso.

El resto del mundo no conocía a Tord, al resto del mundo no se le salio leche de la nariz por reir junto a Tord, el resto del mundo no viajo junto a Tord, el resto del mundo no estalló en llanto en los brazos de Tord por ya no poder con el sentimiento de no encajar en su propio grupo de amigos, el resto del mundo no se sintió agradecido porque Tord los incluía en las conversaciones aunque fuera innecesario, Matt sí. En resumen, lo único que él y el resto del mundo tienen en común, es que confiaron en Tord y a cambio recibieron un puñetazo en la cara, desarrollando odio y temor al mismo tiempo.