—¿Enserio le creen?
Hace ya un rato que no formaban parte de una escena como esa, una tarde de lluvia que pasaban dentro de un café, con música de Jazz de fondo, mientras el olor a pasteles recién horneados entraba por sus narices. Sería relajante para cualquier persona que no esté en una situación tan bizarra como la de ellos.
—Bueno... Tiene testigos y pruebas... Pero no lo sé, Tom... Si es bueno y no quiso hacer lo que hizo, ¿Por qué tenía un robot en su cuarto de lavado secreto?
—Laboratorio secreto— corrigió un molesto Tom para ser ignorado.
—¿Por qué destruyó nuestra casa? ¡El golpeó mi rostro! ¿Qué clase de persona que no es un dictador psicópata se atrevería a golpear mí rostro?
—En resumen, no puedes creerle— Tom jugaba con la cuchara de su café, era el único con uno, sus acompañantes pidieron un té.
—No, no puedo— se cruzó de brazos señalando que era su última palabra.
—De acuerdo— dejó la cuchara en su taza —¿Y tú Edd?
—¿Ah?— fue lo primero que dijo desde que entró al local, su té ya se había enfriado y él ni siquiera lo tocó, en serio estaba muy distraído.
—Si te interesa está conversación— comenzó sarcástico —estábamos hablando acerca de tu "cliente"— Edd sintió náuseas al escucharlo.
—Discutiamos acerca de si le creemos o no— Matt, quien estaba sentado a su lado, lo miró expectante de su opinión, mientras Tom bebía un poco de su café.
—Yo...— revolvió el contenido de su taza con la cuchara mientras veía su reflejo en ese agua oscura, ¿Desde cuándo se veía así? Con ojeras y barba, estaba ligeramente despeinado y sus mejillas habían perdido su color, era completamente pálido.
Incluso en su adolescencia donde andaba medio decaído por creerse feo al menos podía reconocerse en el espejo, el hombre que está en ese reflejo se ve destruido y estresado, está viejo, débil, casi sin esperanzas, es el tipo de persona en la que él no confiaría, porque se ve que está a punto de estallar de tantas emociones negativas. Ese hombre en ese reflejo no es él, él no es ese desastre, ¿Verdad?
No recuerda haber hecho algo por su apariencia en ningún momento de su vida, ni siquiera en esos momentos en los que quería alejarse de todo espejo existente, normalmente preferiría fingir que no le importaba porque creía que eso lo haría verse cool, y lo consiguió en parte.
Tord es el único que supo de estás inseguridades, en uno de esos días dónde estaba algo ido por tomar demasiada Coca-Cola, recuerda haberle dicho al borde de las lágrimas todos sus problemas, y recuerda perfectamente como ese noruego se ponía más nervioso cada vez que avanzaba en su lista de defectos que su rostro y cuerpo poseían, hasta que le terminó preguntado su opinión al respecto, ahí fue cuando giró su cara lejos del campo de visión de Edd y respondió que creía que era "tierno" y que estaba exagerando, que realmente muchas de las cosas que él consideraba malas de hecho eran atractivas para mucha gente. "Pura mierda" pensó Edd, obviamente estaba mintiendo, ¿Por qué sino, diría todo eso tan incómodo y prácticamente hecho un manojo de nervios? Incluso recuerda que sus manos temblaban ¿Tan seria era la mentira? De todos modos, decidió ser positivo, porque conociendo a ese chico le hubiera dicho la verdad de forma hiriente y no, decidió mentirle y ser amable, por lo que recuerda ese suceso con cariño.
Y si de recuerdos relacionados a Tord Larssin hablamos, su lista es bastante larga, y aunque está llena de peleas, palizas, insultos y momentos incómodos, también lo está de abrazos, risas y silencios, silencios cómodos y tranquilos.
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«Hey, Handsome!» ;EddTord;
Fanfiction|Tord está en prisión, y se siente totalmente atraído hacia Edd, un policía.| •Este fanfic habla de los personajes de la serie "Eddsworld" no de las personas en la vida real. •La serie original y los personajes le pertenecen a Edd Gould (QEPD). •El...