¿Kibum? —Interrogaba el castaño delineando los labios carmesí del delgado joven que tenía su mirada perdida en un cuadro antiguo, lleno de polvo.—
No. —Soltaba el mencionado, sin haber una coherencia en su respuesta. Claramente esto había alarmado a quién antes se encontraba acariciando con sutileza los repliegues. Hallándole con una expresión facial distinta. Sorprendida. Su boca en forma de "o" y sus ojos abiertos como platos lo hicieron palpable.—
¿Por qué estás así? amor, sé que te es difícil superar la muerte de Jonghyun porque lo amabas mucho, pero sabes que ahora estoy yo para entregarte todo lo que te haga falta.—Su argumento lo dirigía con orgullo y contención al pelinegro que en solos unos segundos rompió en llanto.- ¡NO ES ESO! deja de mencionar a Jonghyun. Trato de no pensar en él y tú cada vez que me ves mal lo relacionas con su partida..—Gritó, lanzando todas las revistas de moda por su habitación mientras lloraba e intentaba saciar su dolor desquitándose.— Déjame solo.
—Kibum se hallaba molesto. Porque siempre tenía que vivir la misma situación, estaba harto, le dolía mucho recordar el hecho de que Jonghyun se hubiese suicidado. Pero no. No estaba desorientado por eso, aun pensaba y se culpaba por el arresto de Taemin. Luego de las alucinaciones que tuvo esa descabellada noche en dónde no pudo defender a su bebé que debido a los gritos espantaron a los vecinos e hicieron que terminasen llamando a la policia.—
De verdad déjame solo.—Volvió a insistir, apuntando la entrada de su habitación con los ojos enrojecidos y el ceño fruncido.— Vete de aquí. No quiero verte por un buen rato.—No bastó tanto, el castaño con signos de angustia abandonó esta murmurándole lo que casi por costumbre decía.— Bueno mi amor, sabes que podemos hablar y resolver esto. ¿Okay? Te amo, estaré en el living.
¡Vete Jinki! —La desesperación fue desbordando su cabeza e hizo que estallase otra vez, dándole incluso un empujón al más alto para hacerlo salir lo mas pronto de allí. Así posteriormente a eso terminaría por cerrar la puerta con brusquedad, haciéndola sonar.— Estoy harto de todo esto...no aguanto más.