Compañera de batalla

1.3K 145 12
                                    

Ya de día, el dúo se encontraba caminando tranquilamente por un sendero.

La capucha de la chica junto con su máscara felina y un pañuelo negro al rededor de este (para que la tapara mejor) la protegían muy bien el cuerpo del sol. Así Tanjirou se preocuparía de un problema menos.

En el viaje le había explicado (de manera sencilla porque ella aun le costaba entender el lenguaje humano siendo un demonio) que anteriormente había conocido a unas personas que estaban trabajando para conseguir un elixir que volviera a convertir a los demonios en humanos.

Entonces había un tipo de esperanza, pero el espadachín tenía que buscar muestras de sangre de otros demonios que derrote para poder conseguir mas pruebas así esas personas  las analicen.

La charla fue interrumpida por un cuervo que se puso a picotear la cabeza de nuestro cazador. Casi es atacado por (t/n) si no fuera por que Tanjiro la detuvo en el momento. Pero luego otro problema se sumo.

La causa:
mas adelante aparecieron dos individuos. Uno estaba agarrándose con firmeza mientras suplicaba a moco tendido y la otra, una joven de menos de 15 o 16 años que trataba de zafarse.

Todo paso en un segundo, porque el espadachín no tubo tiempo de reaccionar, la enmascarada se lanzó velozmente para luego propinarle una patada en la cara al rubio y tirarlo al suelo. Por suerte no lo hizo tan fuerte para dejarlo inconsciente por que el joven se sobaba la cara en el suelo.

- ¡(T/n)! ¡Te dije que no debes atacar a los humanos!

- ¿Estas bien? - dijo la demonio mirando a la chica sorprendida

Ignoraba completamente al pelirrojo.

- ¡Ey! ¡Escúchame cuando te hablo! Y tu -dijo agarrando al rubio del cuello de su haori- ¿Acaso no ves que estas molestando a la joven?

El rubio lo miro unos segundo y puso una cara de sorpresa. Había reconocido a Tanjiro diciendo que era de la Selección Final.

Se armó una discusión de que estaba en un error, que no lo conocía, etc. Cuando Tanjiro lo recordó soltó al espadachín llorón y le ofreció disculpas a la joven que estaba acosando.

De nuevo se formo una discusión de que el rubio le estaba proponiendo matrimonio porque ella lo amaba pero todo había sido una confusión que este mismo malinterpretó. (T/n) observaba tranquilamente como el rubio recibía bofetadas de parte de la chica con trenzas.

Todo aclarado, los dos espadachines y la demonio se pusieron nuevamente en camino. Al parecer el rubio se llamaba Zenitsu Agatsume, había sido obligado por su maestro a ingresar a la Selección Final y de alguna forma sobrevivió. Siempre decía que era débil y que moriría en la próxima misión. Era todo un paranoico que sacaba de quicio.

- ¿Débil? T-tu atacar... a... chica inofensiva... Tu eres fuerte...

- ¡Yo no la ataque! ¡Retira eso!- dijo señalando a la joven- ¡Moriré así que quiero casarme lo más pronto posible con una bella mujer! ¡Si no fuera por este tipo ya estaría alado de mi flamante esposa!

- Pero es que la estabas molestando. Además ella dijo que estaba comprometida - dijo Tanjirou

- ¡No es cierto! ¡Seguro lo dijo porque estaba nerviosa y todavía era muy pronto para casarse conmigo! ¡Ella seguramente me ama! - en un momento se paró- por cierto ¿eres hombre o mujer?

Se estaba refiriendo a la chica encapuchada. Con la máscara y el pañuelo alrededor de ella no se podía notar bien su tono de voz femenino. Esta lo miro confundido, claro, no le parecía raro que un hombre le preguntara algo así.

- (T/n) es mujer -dijo Tanjirou - pero es muy reservada y... no le gusta mostrar su apariencia a los demás. 

- ¡¿Cómo es que tiene esa fuerza?! ¡Casi me rompe la mandíbula con esa patada! ¿También eres una cazadora de demonios?

- ¡Si! A menudo viajamos juntos... - volvió a responder Tanjirou

-¿Por que contestas por ella? No es muda...

- Yo... dem... - empezó (T/n) pero el pelirrojo la frenó

- Jejeje... Ella quiso decir que odia a los demonios y por eso se convirtió en asesino de demonios.

El rubio lo miro no muy convencido. Luego unos minutos, a este le entro hambre y Tanjitou, amablemente, le da su última bola de arroz. Zenitzu lo divide y le da una parte. Quiso ofrecerle a la chica, la cual no respondió pero el cazador de haori verde le dijo rápidamente que ella ya había almorzado. Todo hubiera seguido tranquilo si el rubio no se hubiera tirado al piso, aterrorizado, por escuchar a un cuervo hablar de una nueva misión. 

Siguiendo al ave negro los tres llegaron a una mansión. La demonio encapuchada soltó un gruñido. Había percibido a un demonio dentro de ese lugar. En unos arbustos encontraron a unos niños asustaron que contaron que su hermano había sido secuestrado por un monstruo y que lo siguieron (por su sangre) hasta ese lugar.

El sonido de un tambor se escuchó y la mansión empezó a temblar. En un segundo un bulto salió de una de las ventanas. El cuerpo de un humano sangriento.

La de ojos (c/o) se tensó y miró nerviosa la sangre que salía de aquel hombre moribundo.

Sangre... Carne... Rica carne... Sabrosa... Era lo que le repetía la mente a la fémina.

- ¡No mires, (t/n)! ¡Concéntrate! - la voz de Tanjirou la despabilo - ¡Ve primero a la mansión! ¡Te alcanzaré!

Está no tubo opción que obedecer.

- Vamos Zenitzu -dijo Tanjirou a lo cual este le costó aceptar. El pelirrojo dejó la caja cerca de los niños diciendo que eso los protegería.

Entraron, arrastrando a un aterrorizado rubio y se encontraron en un pasillo. Cada tanto el rubio lloriqueaba.

Todo se complicó cuando los niños de hace un momento aparecieron espantados y de la nada Tanjirou y (T/n) se encontraron solos en una habitación con uno de los niños.

- Demonio... Fuerte... - dijo la encapuchada pocisionandose para atacar

- (T/n), quédate con Teruko mientras yo...

La  habitación volvió a cambiar y de la nada apareció un extraño demonio que se adhería al techo como una babosa para luego lanzarse encima de ellos.

Kimono Floreado (Kimetsu no Yaiba) (T/n) [1 PARTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora