Kimono Floreado (Kimetsu no Yaiba) (T/n) [1 PARTE]

¡Protege al más débil! (II)

El problema había pasado a mayores, un nuevo ser había aparecido y de algúna forma se tenía que detener antes de que el niño secuestrado fuera un cadáver más.

Tanjirou sostuvo su espada pensando una forma de terminar con el demonio alado y salvar a (t/n) junto con el pequeño. No quería matar a la chica que recientemente la habían convertido en un demonio, pero tampoco podía dejar que asesine a la persona que tenía detrás.

- Creo que ya no es necesario que me preocupé por este espadachín - dijo el demonio y miró a la fémina- mata este chico y repartiremos la carne del niño

La demonio (c/p) se abalanzó sobre el pelirrojo mientras que el otro iba por el niño pequeño. Pero no pudo llegar porque Nezuko la lanzó a un costado con una patada en el pecho, impactado contra la pared de la cueva.

Comenzó una batalla en dónde Tanjirou retenía al demonio emplumado y le daba tiempo al niño de esconderse. Mientras su hermana luchaba enérgicamente con la demonio (t/n).

En un momento el demonio alado logró herir profundamente al espadachín en un brazo dejando inutilizado. Lo lanzó lejos y dándole oportunidad de buscar al niño, cosa que no era difícil ya que lo podía rastrear por el olor. Cuando lo encontró el niño lloró desconsoladamente.

(T/n)! ¡¿Por qué le pegaste a ese pequeño...?!

No debes atacar a alguien más débil que tú...

¡El más grande protege al más pequeño! ¡No debes lastimarlos!

- Proteger... Al más débil... - esa voz se hizo presente en la mente de la (c/p)

Un movimiento veloz decapitó al demonio alado. Una silueta se puso entre él y el niño.

Tanjirou miro asombrado como la chica del kimono floreado se posicionaba de manera protectora, lista para atacar al cuerpo decapitado. De la boca con colmillos caía una hilera de baba.

Las venas se marcaban en los laterales de su frente y sus iris se achicaban como las de los gatos.

Reaccionando, el cazador de demonios uso su técnica de respiración de agua y partió en dos la cabeza decapitada del demonio. Eso hizo que rápidamente todo su cuerpo se desintegrara.

Después volvió con su hermana Nezuko que estaba enfrentándose a (t/n) que seguía inmóvil pero amenazante delante del infante.

- Espera Nezuko, no creo que ella quiera lastimar al pequeño- olfateó el aire - huele a  ira y odio

- Proteger... - dijo con dificultad la (c/p)- No... Lastimar a débiles...

Ahí el pelirrojo lo entendió, la nueva demonio solo estaba protegiendo al niño por que era un ser inofensiva e inocente. Solo eso. Veía al cazador y a su hermana demonio como la amenaza. (T/n) no era un demonio malvado.

Tanjirou se quedó pensando en cómo podría convencerla de que ellos no la atacarían para que lo dejara llevarse al niño. De alguna forma tenía que ganarse su confianza, al fin y al cabo ella en el interior seguía siendo humana.

- ¡Ey! ¡Nosotros no somos malos! No le haremos nada al niño... por favor, solo déjanos llevarlo a un lugar seguro...

De la nada, el niño que estaba viendo toda la escena, entendió que el pelirrojo quería salvarlo y rápidamente se escabullo debajo del brazo de la demonio (c/p) para ir directo al joven que le dio un abrazo protector. Al ver la acción del pequeño (T/n) se relajo un poco y miro fijamente a los tres.

- Tu... proteger... débiles... -dijo de nuevo con dificultad

- Si, el mayor protege al menor...

El cazador de demonios metió a su hermana de nuevo en su caja y se dirigió con el niño hacia la salida de la cueva. No estaba preocupado de que la demonio los atacara por que sabia que ella no era de esos tipos. Era diferente igual que su único familiar.