Enfermedad y cambio (II)

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La fragancia de las glicinias se estaba sintiendo más fuerte hasta llegar a una hacienda con aspecto humilde.

Zenitzu se había encargado de llevar en brazos a (t/n) por la siguiente razón: se moría de envidia al saber que Tanjirou viajaba en compañía de una belleza como ella.

- ¡¿Y luego de que no me dejaras cansarme te atreves a tener una chica a tu lado?! - dijo con su cara llena de venas

- ¡Zenitzu, no es el momento! ¡Te lo explicaré todo luego ahora (t/n) necesita ayuda! - dijo el pelirrojo

- No entiendo como se ponen así por una chica, realmente están mal de la cabeza - dijo el jabalí

- ¡Cállate! - gritó furioso el rubio- ¡Yo me encargaré de esta hermosa jovencita!

Y ahí se encontraban los tres. Los recibió una viejita amable que Inosuke y Zenitzu confundieron con un monstruo.

- Puedes poner aquí a la chica - dijo la anciana estirando un futón - le prepare una buena comida cuándo despierte, mientras iré a buscar agua y unas toallas.

- Lo de la comida no se preocupe- se adelantó Tanjirou- yo me quedaré a cuidarla

- ¡¿Porque tienes que ser tu?! - gritó Zenitzu- ¡Yo perfectamente puedo hacerlo!

- Por favor, Zenitzu. Ahora es  importante que yo la vigilé, sé cómo lidiar con ésto- respondió con calma

El rubio al escucharlo tranquilidad, casi como una súplica, suspiró y lo dejo ocuparse de la fémina.

El ese lugar de descanso (según decía el cuervo) pertenecía a familias que habían sido salvadas por cazadores en épocas pasadas y ahora los acogían cómo agradecimiento. La hacienda de las glicinias.

Ahí los atendían muy bien y les daban el mejor servicio. Incluso tenía un médico que se ocupaba de los heridos.

La recuperación de (t/n) fue tal como supuso Tanjirou, está se mantenía reposando en su futón igual que hacía su hermana para recuperar energías y de a poco veía como su cara volvía a su estado anterior (a su estado de demonio normal, claro).

Le habían cambiado la ropa ya que el kimono rojo estaba manchado de sangre al igual que la capa. La anciana no se sorprendió porque pensó que (t/n) era una cazadora más. También le habían soltado el pelo que tenía atado con la flor celeste (cuando se transformó en demonio su rodete se había desecho y ahora tenía una cola de caballo) y ahí notó el pelo corto de la joven. Habían pasado dos días y finalmente la joven demonio despertó.

- ¡(t/n), me alegra que estés mejor! -dijo un Tanjirou entrando en la habitación vacía - ¡Te desmayaste antes de llegar a la hacienda, gracias a Zenitzu, pudimos tratarte aquí!

- Me siento débil... Cansada...

El espadachín sabía porque era: la demonio no había comido carne humana y por eso necesitaba nutrirse. Pensaba que podría recuperar las energías si dormía como su hermana pero al parecer no había funcionado. ¿Ahora como podía ayudarla sin que mate a los humanos?

La repuesta lo obtuvo cuando la fémina miró a un costado una bandeja con pan y una taza con un líquido rojo oscuro. La chica la agarró susurrando "sangre" y se la bebió. El pelirrojo trato de decirle que eso no era lo que pensaba hasta que vio como (t/n) ponía una cara de disgusto. Era de esperarse. Pero luego, con una de sus uñas se hizo un corte  en el brazo y unas gotas rojas cayeron en lo que era jugo de fresa. 

Tanjirou miro impactado la escena

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Tanjirou miro impactado la escena. Al final la demonio se termino de beber la extraña mezcla con un aspecto de satisfacción. En la próximas horas (t/n) se estaba paseándose por la hacienda completamente rejuvenecida. El pelirrojo no dijo nada de lo ocurrido pero pensó que esa seria la manera en que la demonio podría nutrir su cuerpo.

En la primer noche, Zenitzu confesó que ya sabía que ella era un demonio al igual que el que había en la caja. Eso demostró que el joven espadachín, a pesar de lo cobarde, tenía un lado amable. Aunque algo explosivo por que luego de conocer a Nezuko, armo un escándalo que casi termina matando a Tanjirou. Todo por una simple malentendido y una leve envidia.

Luego se tranquilizo cuando supo la relación que tenían esos dos y decidió conquistarla por que la veía muy hermosa y tierna, haciendo cómicas persecuciones. También se unió un furioso Inozuke que daba cabezazos por toda la habitación sumando a una (t/n) enojada que lanzó una almohada porque no la dejaban dormir, dando inicio a una guerra de almohadones que resulto victoriosa la misma demonio encima del jabalí.

Al cavo de unas semanas los tres cazadores se recuperaron completamente. Al día siguiente apareció el cuervo de Tanjirou para encomendarles la siguiente misión. Había rumores sobre asesinatos en el Mt. Nagatsumo y que un grupo de cazadores de demonios había desaparecido misteriosamente. 

- Que tengan suerte en su combate y vivían orgullosos siempre -dijo la anciana antes de despedirse- aquí también tengo las semillas de fresa que me pediste y algunas recién recogidas para el camino

- Si, se lo agradezco mucho -dijo el pelirrojo viendo como (t/n) recibía una caja de madera con los frutos rojos en su interior

- Gracias... -respondió esta tranquilamente

No tubo problema de agarrarla con las manos ya que estaba bajo la sombra, donde ninguna rayo de sol la tocaba.

El cuarteto se encaminó nuevamente en la aventura.

Kimono Floreado (Kimetsu no Yaiba) (T/n) [1 PARTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora