Fue poco antes de su partido contra Karasuno. Nada más hacía unos meses se había dado cuenta de sus sentimientos y no hacía más que rehuir de la presencia de su senpai en un vano intento de mantener sus emociones a raya. Pero, como siempre, la mala suerte era su compañera cuando menos quería, por lo que había sido enviado a buscar al perdido Ushijima Wakatoshi una vez terminó el partido de Seijoh y Karasuno mientras todo el resto esperaba tranquilamente en la comodidad del bus.
Buscó por todos los pasillos hasta que vio a lo lejos la característica chaqueta del Shiratorizawa cruzar en dirección al salón de entrada. Siguió esa figura que tantas mariposas le causaba hasta que se percató que no estaba solo.
Por reflejo se escondió tras uno de los pilares, reprendiéndose al instante por haberlo hecho, después de todo era solo Ushijima hablando con el capitán de Seijoh. Pero había algo en el armador que le generaba un malestar en el pecho, la sensación pesada y casi asfixiante que le producía su talento y superioridad no hacían más que aumentar sus propias inseguridades.
Tal vez, si hubiera respirado hondo y salido de su escondite para llevarse de regreso a su capitán no lo hubiera escuchado. Tal vez no hubiera sentido nunca la horrenda sensación de que su corazón fuera roto cuando recién había aprendido a sentirlo latir.
"Había un lugar donde pudiste haber alcanzado todo tu potencial. No lo elegiste por tu inútil orgullo"
"¿Estás diciendo que debí haber ido a Shiratorizawa en vez de Seijoh?"
Eso es exactamente lo que está diciendo, quiso responderle, pero de repente su garganta enmudeció. Se sintió mucho más pequeño mientras la diferencia entre Oikawa Tooru y él ya no parecía ser solo grande, parecía ser abismal.
Escuchó que discutieron un poco más antes de que cada uno tomara su rumbo, una parte de él pedía que por favor Ushijima no lo viera ahora que parecía tan vulnerable mientras otra no dejaba de gritar que volteara y lo sacara de su escondite.
Ushijima solo siguió caminando, pasando a su lado sin verlo, siempre tan centrado en su objetivo que le dieron una amargas ganas de reír, pero antes de que la sonrisa alcanzara sus labios fueron las lágrimas las que cayeron tan dolorosas como parecía ser el amor en el que había caído.
Fue desde ese día...que empezó a ocultar sus sentimientos en aquella caja negra.
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•Shirabu abrió los ojos de forma pesada, la angustiosa sensación de que no había descansado nada reposaba en cada párpado, a pesar de haber sido cuidadoso en dormirse temprano para tener las energías suficientes para afrontar el largo día que le esperaba.
Se quedó unos momentos sobre su cama, meditando sobre la pesadilla de los recuerdos que tanto lo perseguían, más aún después de haberse decidido a confesar sus sentimientos. Se preguntó si las cosas serían distintas si Oikawa fuera quien tuviera su lugar en Shiratorizawa, tal vez con su talento en combinación con el de Ushijima hubieran logrado pasar a las nacionales, incluso ganarlas. Pero, más que eso, más que la frustración de nunca alcanzar su nivel en el volleyball, era la dolorosa sensación de que la persona que Ushijima quería a su lado no fuera él.
La llegada de un mensaje a su celular lo sacó de ensimismamiento, acercándolo para poder leer mejor, notando que pertenecía a Taichi.
[¿Ya estás despierto? No te olvides que tenemos que terminar con las decoraciones del gimnasio, Goshiki ya se ha enredado con las guirnaldas más veces de las que puedo contar 🙄]
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Si me enseñas a amar
FanfictionEl día en que Shirabu se dio cuenta que se había enamorado de Ushijima Wakatoshi, fue cuando llegó a la conclusión de que estaba jodido. Porque era un amor unilateral...¿cierto? Los personajes son de exclusiva pertenencia a Haruichi Furudate-sensei...