Epílogo.

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*Antes de las notas.*

Thomas y yo habíamos quedado en la cafetería de siempre. Él era puntual y me sorprendía tanto que fuera así, pero ese día…no lo fue. Llegue temprano y él no estaba ahí. Pensé que tuvo algún problema y que llegaría tarde.

Pasó una, dos, tres horas y no había señales de Thomas. No me había llamado, así que lo hice yo. Nada. Me llegó un mensaje, el número era de Thomas, lo abrí.

Sky. Soy Jade, Thomas tuvo un accidente. Esta en el hospital.

 Llegué lo mas rápido que pude, mire a Jade, su hermana, me abrazo. Elizabeth, su madre, hablaba con un doctor alejado de nosotros.

-¿Qué paso?-pregunté.

-Un tráiler sin frenos-explicó.

-¿Cómo esta el?-pregunté al borde de las lágrimas.

-Esta en cirugía.-me dijo y ambas comenzamos a llorar. Elizabeth se acercó a nosotras y nos dijo que hacían todo lo posible por hacer que el estuviera bien.

La cirugía termino y Thomas pasó a cuidados intensivos. Es misma noche regrese a la cafetería para comprar café. Cuando volví, Elizabeth lloraba y Jade la abrazaba. Pensé lo peor. Me acerque a ellas, mi paso era inseguro y podía sentir que en cualquier momento me caería. Pero decida pregunte: -¿Esta bien?

-Él ha despertado.-dijo Elizabeth, y entonces puede notar que esas lagrimas eran de felicidad, mezclada con dolor- Pero -se sorbió los mocos de la nariz-; el no recuerda nada.-dijo y rompió en llanto. De nuevo.

No me preocupe. Él me había dicho un día que jamás me olvidaría. Pero aun así, tenía miedo. Miedo de que el olvidara todo lo que alguna vez pasamos. Me sería imposible de creer.

-¿Sra. Bennet?-el doctor la llamó.

-¿Si?-preguntó ella con la voz a punto de caer de un hilo.

-Quiere verlas.-dijo. Y pude sentir como en mi cara aparecía una sonrisa. El jamás me olvidaría. Lo se.

Entramos al cuarto, era todo blanco. Paredes, sillas, sofá, mesa, cortina, cama, sabana etc. Escalofriante. Thomas volvió su vista hasta nosotras y levanto su mano en forma de saludo, mientras colgaban pequeñas mangueritas desde las venas de su mano. Tenía una cánula en la nariz y algunos moretones resaltaban su piel blanca. Oh, Thomas.

-Thomas…-murmure, ahogada en lágrimas. El frunció el seño.

-Mamá, Jade…-pronuncio el con dificultad, mi corazón se contrajo debajo de mi pecho-, ¿Qué paso?

-Ya no importa, lo importante es que esta bien.-contesto su madre, mientras depositaba un beso en su mejilla.

-Nos diste un susto imbécil-dijo Jade-, ¿Cómo te sientes?-agregó.

-Recién operado, me duelen las costillas, escuche que me las han acomodado y que estaban rotas.-dijo el.

-Si, lo hicieron.-dijo su madre.

Y todos nos quedamos callados. Sus ojos me siguieron, pero no había ningún tipo de expresión, solo confusión.

-Otra cosa -dijo Thomas-; ¿Quién es ella?

Mi mundo cayó.

Mis lágrimas no tardaron en acumularse de nuevo y salir rápidamente, él no me recordaba. El rompió su promesa. Ni siquiera recuerda haber echo una. –Thomas, ¿no sabes quien soy?-dije con un poco de miedo en mi voz. El frunció el seño.

-Eres la chica de café ¿no?-pregunto con una leve sonrisa. Solo la chica del café. Solo soy la chica del café. ¿Qué demonios haría la chica del café en el hospital?

-¿Qué haces aquí, chica que no se cual es tu nombre?

-Yo…,

-Thomas -Jade me interrumpió-; ella es tu novia.-los ojos de Thomas crecieron, pero seguían sin expresión alguna.

-No, y-yo no te-engo novia, es i-imposible.

-Perdiste la memoria-dijo Elizabeth.

El abrió la boca, pero no dijo nada. Un medico entro e hizo una revisión a Thomas, después de unos minutos él se durmió. Y el sentimiento de vulnerabilidad se hacía presente, más de lo que ya estaba.

Una vez que despertó, Elizabeth y Jade salieron, me miro y dijo; -Chica del café, ¿es una broma que tu y yo somos novios?

Lo mire. Parecía tan inocente. –No, no es una broma.-le dije, frunció los labios y se recostó en la cama.

-No te recuerdo.

-No recuerdas nada de lo que paso en los últimos 8 meses.-dije y me miro.

-¿Cómo lo sabes?

-Hace 8 meses nos conocimos.-se quedo callado.

Thomas volvió a dormir, lo mire tan tranquilo, pensé que él podría levantarse y recordarme algún día, pero nunca lo hizo. Aquel momento en el que él dormía. Tome mi pequeño cuadernillo personal, siempre lo usaba cuando iba al café. Y entonces se me ocurrió la idea de escribir nuestra historia por medio de notas. Refrescaría su memoria y lo haría recordar. Comencé a escribir, volví el tiempo atrás hacia 8 meses.

Thomas dio un sorbo a su café expreso, mientras terminaba de leer mis notas. –Te recuerdo.-dijo.

-¿En serio?

-Claro que si, Sky.-me respondió. Jamás puse mi nombre en las notas.

Llore de felicidad.

-Hola, ¿como estas amor?-salude entrando al cuarto del hospital, con 2 cafés expreso en mis manos.

-¿Amor? ¿Quién eres tú? ¡Enfermera!-pregunto/grito.

-Thomas, por favor… Lee esto –le dije y le entregue mis notas. El con el seño fruncido y muy confundido lo hizo.

*He pasado los últimos 8 meses pensando en todo lo que el amor hace es; romperse, quemar y terminar, pero en un miércoles, en un café, lo vi comenzar de nuevo*

“Te recuerdo” susurro. Y, así, lo veo comenzar de nuevo, siempre. Comenzamos de nuevo, gracias a nuestras notas.

Todo comenzó en un café…Y termino en uno.

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Hola, bueno creo que este es el fin de esto(?) nadie lee esto pero yolo ;-;

No quede contenta con el final, esta narrado en pasado y yo acostumbro a narrar en presente. Muchos dirian que esto es una copia barata de como si fuera la priemra vez. Y la verdad no los culparia, nunca he visto esa pelicula completa porque llega a aburrirme y termino dormida :3 asi que si piensan eso, les aclaro que no es asi. Realmente no se de donde saque la idea de que Thomas perdiera la memoria, pero me llego un momento de inspiracion pura *voz dramatica* y lo hize. Ya me voy. Gracias a todas las leyeron y leeran esta novela(?)

begin againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora