My demon Mikaela [En Edición]

Capítulo 2: Prueba

—Y bien, como decía, esto es par-

—¡Lo siento! ¡Se me hizo tarde!—. El grito provino en la entrada del salón donde se encontraban diversas armas, el cual resultó ser Yuu.

—¿Otra vez, mocoso? —preguntó el mayor de nombre Guren rodando los ojos, a leguas se notaba su mal humor. —Bien, no me importa.

—¿Ya podemos realizar la prueba, Teniente coronel? — preguntó una voz algo tímida proveniente de un tierno castaño.

El azabache mayor iba a contestar pero otra voz lo interrumpió, otra vez.—Al parecer tendrá que explicar todo de nuevo, ya que llegó tarde, como siempre, el tonto de Yuu.

El mencionado iba a replicar por lo de "tonto" pero otra voz, femenina, hizo presencia en el lugar.

—Mmm... ¿Yuu-san llegando tarde? Eso no es novedad. —Dijo una pelilila burlona. —Me pregunto, ¿cuándo será el día que llegue bien puntual? —su voz emitía la diversión y burla completa sin importar las consecuencias, así era ella la mayoría de las veces.

Esa pregunta provocó comentarios acerca del día que pasase eso, haciendo acabar con la paciencia de Guren y un tic nervioso en Yūichirō quien estaba viendo a sus amigos: Kimizuki, Yoichi y Shinoa. Cierto, son amigos y se consideran familia, pero hay veces en que si ven a alguien de su círculo social haciendo mínimo un casi tropiezo por los pies éstos no pierden la oportunidad de burlarse en vez de ayudar; osea que su "familia" era un poco... especial.

El azabache menor iba a protestar pero una voz sonó en su cabeza, ya sabía quién era.

—Al parecer hoy es el día de interrumpir, Yuu-chan —también se burló el demonio.

Yuu rodó los ojos con molestia. —Cállate Mika.

Obviamente no lo dijo en voz alta, lo que causó que el rubio le diera gracia, ya que si lo dijera lo tacharian de loco impuntual y entre otras cosas.

—¡YA BASTA, USTEDES TRES!—gritó Ichinose muy molesto, o mas bien enojado, vaya humor que tiene... Y más por sus cejas fruncidas, si sigue así tendrá arrugas a tan temprana edad.

Los menores voltearon en seguida a verlo y por poco juraban que un aura maligna surgió de él, haciéndolos sentir un leve escalofrío, a excepción de Shinoa, quien estaba con una sonrisa muy grande desprendiendo lo que era ella.

Los cuatro amigos y Mikaela se preguntaron qué o quién fue el que lo puso de un humor de mil demonios, haciendo una pose pensativa.

—Supongo que lo rechazaron... —Mencionó Mika en la mente de Yuu y éste soltó una carcajada ya imaginando la escena donde Guren era rechazado cruelmente, recibiendo miradas de "¿y a este que mosca le picó?

—¿Soy yo o se está volviendo loco? —Preguntó en voz baja Kimizuki y la pelilila junto con el castaño alzaron los hombros dando señal que no saben.

El Teniente coronel tosió falsamente atrayendo la atención de los adolescentes. —Lo explicaré brevemente, así que escucha bien o lávate las orejas, Yuu.

El mencionado asintió cruzando los brazos.

—Bien. Vas a escoger un arma y una vez que lo tomes te vas a caer o algo por el estilo, —recibió una mirada de "¿en serio?" del ojiesmeralda —y tendrás que vencer al demonio. No será fácil, mocoso.

—Yo te ayudaré, Yuu-chan.

El azabache por poco sonríe al escuchar eso en su mente, confiaba plenamente en Mika.

—Bien, comiencen ya.

Kimizuki, Yoichi y Yūichirō se dirigieron a buscar un arma que les llamase la atención. Yuu posó su vista hacia una espada posada encima de un tipo de mesa hecha de piedra y caminó hacia ella.

Mentiría si dijera que no se sentía nervioso, pero no hay nada que temer ¿verdad? Su amigo lo ayudaría.

—Aquí voy. —Se dio ánimos a sí mismo para que después cayera desmayado al igual que los otros chicos.

—Teniente coronel, ¿aprobarán? —preguntó Shinoa sorprendente sin esa expresión burlona que la caracteriza, mirando a Guren quien se encontraba a su lado derecho.

Éste le devolvió la mirada y solo pudo asentir con la cabeza. La fémina soltó un suspiro.

[...]

Poco a poco abrió sus ojos para luego tallarlos y aclarar su vista. Lo primero que vio fue el mismo lugar donde "vive" Mikaela, un poco confuso, se paró del blanco suelo para luego mirar por todo el lugar hasta encontrar algo; o mas bien alguien.

—¿Tú eres...?

El demonio volteó a verlo para luego sonreír mostrando sus colmillos.

—Asuramaru.

Esos ojos rubíes significaban una cosa: no va a ser nada fácil...

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

-MsN