11. Party Hard

159 23 0
                                    

Por la mañana le explico todo el problema con Tsukki y lo preocupado que estaba, por lo que se había excedido con la bebida por estar molesto mientras se desahogaba hablando con Akaashi y Bokuto. También le explicó que comenzaría a vigilar a su amigo, pues no quería dejarlo solo, quería ayudarlo. Ushijima, como el novio ejemplar que era, le dio la razón y el ofrecimiento de ir a cargar a Tsukki si alguna vez estaba demasiado ebrio para caminar.

Se hizo costumbre que después de sus turnos pasara a los bares de alrededor, también lo hacían Bokuto y Akaashi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se hizo costumbre que después de sus turnos pasara a los bares de alrededor, también lo hacían Bokuto y Akaashi. El primero que encontró a Tsukki fue el ex capitán de Fukurodani que sólo apartó al idiota que le estaba metiendo mano a un muy alcoholizado Tsukki en un rincón, por supuesto siendo como era, había terminado por arrastrar sin mucha dificultad al rubio, llevándolo a su propia casa para que se le pasara la borrachera. No tardaron mucho en darse cuenta que Tsukki parecía adicto al falso cariño de esos encuentros.

Cuando Kuroo lo encontró estaba con el mismo sujeto con el que habían discutido y en esa ocasión terminaron a golpes, con Tsukki tirado en el suelo porque no se podía sostener en pie. Después de terminar la pelea tomó al rubio y caminó con él en su espalda hasta el edificio de Tsukki. Entre sus cosas encontró las llaves y entró al lugar. Le tomó algo de trabajo hacerlo llegar al cuarto y poder desvestirlo para ponerle pijama y meterlo a la cama. Sintió ganas de llorar al ver la piel blanca de su amigo llena de morados con distintas tonalidades y seguramente de distintos amantes. No sabía qué hacer ni como ayudar a su amigo.

A la mañana siguiente, Tsukkiu despertó con una resaca de los mil demonios y un dolor en el muslo que no lograba situar del todo. Abrió los ojos con un gruñido de molestia por la luz y el calor de alguien recostado junto a él. No era una sensación desconocida para él pero se sorprendió al ver que era Kuroo quien estaba a su lado, y por supuesto, totalmente vestido.

Kuroo no había logrado dormir profundamente porque temía que el rubio despertaría y aún medio ebrio saliera nuevamente, por lo cual en cuanto lo sintió moverse, se incorporó para ver al rubio.

- ¿Cómo te sientes? ¿Quieres agua?

- Estoy bien - no entendía porque Kuroo estaba ahí, pero si se sentía a la defensiva y él mismo se puso en pie con un pequeño siseo de dolor al apoyarse en el suelo - puedo buscar mi propia agua.

- Quédate ahí o te caerás otra vez - dijo con voz firme y fue a la cocina para volver con analgésicos y comida liviana para el rubio.

- ¿Qué mierda te paso en la cara? - pregunto sorprendido al realmente verlo, incluso tomándolo del mentón para examinarlo - Tienes que ponerte hielo o se pondrá más morado.

- Me paso el puño del idiota al que le dijiste que nunca más le darías una oportunidad - dijo ignorando sus atenciones - siéntate y come, estabas tan mal ayer que apenas te podías sostener y te caíste - se puso frente a él para que no pudiera evitar su mirada - ¿Te das cuenta de lo mal que está todo esto? Te estabas apunto de ir con el mismo infeliz que te trató como una zorra fácil ¿En realidad eso le hace bien a tu corazón roto?

Like a Friend Donde viven las historias. Descúbrelo ahora