Hoy me levanté tarde, casi a las doce. Acabo de pensar en tu sonrisa, tu bella sonrisa... Te ves tan bien sonriendo que una vez tuve la gran idea de tomarte una foto cuando regresábamos de estudiar...
...
Puede que nunca sea realmente libre, pero seguiré gritando para serlo; quiero, anhelo caminar a tu lado.
Ayer fui a la tienda, vi ropa linda, tal vez no de la mejor calidad, pero linda... ¡tenía panditas! ¿leíste bien? ¡panditas!
Creo que no se me ve tan mal, quiero que me veas ya con esa ropa...
Estoy emocionada, porque están arreglando mi casa, además, compramos cosas para que mi habitación se vea bonita, y bueno... mientras arreglan la casa me arreglo yo, dime... ¿Cuando todo esté listo... no será la vida perfecta? Tendré una casa bonita, salud mental, familia, amigos, estudios y... tu amistad...
No siento que quiera llorar, ¿es por los antidepresivos? o... ¿podría ser que incluso sólo pensar en ti, en tu sonrisa, tu aroma, tu voz me hace feliz? Tal vez suene tonto... y tal vez yo sea la tonta.
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El diario de mi depresión
Non-FictionEl diario de una chica con depresión crónica y el chico del que se enamoró.