Perfecto Desastre © (LA #1) [EDITANDO]

Sipnosis ✔

15 de abril de 2017.

Llegó el día.

El maldito día en que me despedire de mis amigos, mis padres. Y me tendré que ir a ese lugar.

Un lugar desconocido, un lugar donde viven personas extrañas para mi. No los conozco, ¿sus nombres? no lo sé, todo será nuevo para mí; apesar de que iba allí cuando era niño no recuerdo nada, como si esa parte de mis recuerdos la hubieran borrado.

—Llegó el día hijo —habla mi padre, poniendo su mano en mi hombro.

—Ya lo sé —respondo tajante.

¿Porqué sigo molesto? Fácil, sigo sin querer irme.

¿Debo hablar a mis padres de esta manera de igual forma? No, pero me divierto haciéndolo.

En especial cuanto tratan de arreglarlo.

Mi madre ayer hizo mis postres preferidos.

¿Y mi padre? Diciendo que investigará más acerca de lo sucedido.

Y con ello estoy más que conforme, pero como ya lo dije me divierte.

—Hijo por favor, nosotros tampoco queremos que te vayas —dice mi madre.

—Entonces no dejen que lo haga —es lo único que digo.

—Ya hablamos de esto, ningún Instituto quiere aceptarte por lo sucedido — Es mi padre el que habla.

—¿Y porqué no vienen conmigo? —pregunto.

¿Su respuesta? Ya me la se de memoria.

—Porque tenemos que seguir trabajando hijo, ya te lo habíamos dicho —responde mi madre con un suspiro.

¿Es enserio?  ¿Ella suspira? Yo debería hacerlo.

La respuesta que me dio, esta muy desgastada.

Porque siempre la utilizan,  ¿mi cumpleaños? Lo siento hijo tenemos que trabajar.

Joder son los dueños de la empresa, pero no pueden faltar por el cumpleaños de su hijo.

Si cae fin de semana alli sí, todo el día si es posible estaríamos juntos.

—Llegó la hora cariño. El chofer ya está aquí —comenta mi madre.

—Iré por mis cosas —menciono.

—Ya las mándamos bajar, están en el coche   —responde mi padre.

—¿Mis amigos no han llegado? —pregunto al chofer, en el momento que llegó junto a él.

—No señor, no ha llegado nadie y tampoco llamaron —responde.

—No los puedes esperar, si no sales ahora llegarás al día siguiente —dice mi padre.

No me sorprende, nunca le agradó ninguno de mis amigos.

—Está bien, entonces me voy.

—Ven y dame un abrazo ¿O piensas irte sin despedirte? —inquiere mi madre con lagrimas en los ojos.

Antes de ir recibo un fuerte abrazo de ambos, y muchos besos en mi rostro.

Cortesía de mi madre.

—Adiós hijo, te amamos y te extrañaremos.

Es lo que dicen ambos antes de que suba al auto.

Al cerrar la puerta, arranca.

Y voy camino a aquel lugar en el que me espera parte mi familia.

Voy al lugar en el que me esperan momentos de mi vida que aún no ocurren.

Y me cambiaría la vida por completo.

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¡Estoy sumamente emocionada por todo lo que viene con está edición de la historia!.

Voy a tratar de que las actualizaciones sean con el mayor número de capítulos que me sean posibles, pero eso sí, las ediciones van a estar un poco lentas por otras actividades.

Les amo.

Atte

Jaz.