Perfecto Desastre © (LA #1) [EDITANDO]

04: Preparación ✔

18 de abril de 2017.

Alice.

Nuevo día, nueva meta.

Y con esa mentalidad bajo las escaleras para ir junto a mi padre.

—Papá, ¿quieres algo?  —pregunté al sentarme a su lado.

Él me observó seriamente, luego dejó sus cosas y me sonrió. Ya se había dado cuenta de que quería algo; odio no poder mentirle o disimular frente a él.

—Bueno, ¿qué quieres, tornadito? — preguntó.

Se los dije, este señor me conoce perfectamente y sabe que quiero algo.

Y en este caso, lo que quiero es permiso para ir a la pequeña fiesta. "

—Odio que me conozcas tan bien —murmuré —. Y sobre lo que quiero, quería saber si me das permiso para ir a la pequeña fiesta que darán los chicos para la bienvenida a su primo —hablé rápidamente.

—¿A qué hora empieza la fiesta? —preguntó con actitud seria.

—A las ocho, y no sé a qué hora terminará, por si lo preguntas —respondí.

—Si te doy permiso, ¿prometes venir de inmediato cuando te llame? —interrogó.

Asentí rápidamente, hasta iría a Alaska para que diera permiso.

—Sí, haré lo que quieras papá —contesté.

—Bien, irás, pero si te llamo vendrás de inmediato, ¿está bien?.

—Sí, gracias papá"—comente abrazándolo.

Es por eso que lo amo, aunque hay veces que me niega cosas y al principio estoy molesta. Pero es que hay que ganárselo y por él aprendí a trabajar por lo que queremos. Porque es un hombre sacrificado que sigue trabajando para que pueda terminar mis estudios.

Me levanté y me dirigí hacia las escaleras dispuesta a subir, pero la voz de mi padre me detuvo.

—Hija, la próxima vez levántate más temprano, ¿sí?... ya son la una y media — habló mientras se reía.

—¿En serio?, pero si aún es temprano, me hubiera levantado más tarde —bromeé, lo que ocasionó que mi padre riera a carcajadas.

—Muy graciosa, ese humor tuyo me recuerda a tu madre —sonrió nostálgico al igual que yo.

—¿Cómo era ella? No la recuerdo mucho y los recuerdos en mi mente son borrosos — le informé a mi padre.

—¿Su actitud? Se siente como si ella misma estuviera aquí. Eres idéntica a ella, tornadita, y no solo en la apariencia, sino también en la forma de desenvolverte, ella era igual a ti en la secundaria —mencionó mi padre sonriendo.

Seguramente estaba recordando los momentos que ambos vivieron de jóvenes.

—¿Cómo se conocieron? —pregunté mientras me acercaba nuevamente.

—Recuerdo ese día como si fuera ayer — sonrió mirando una fotografía de ambos colgando en la pared. —De hecho, al principio yo no la soportaba porque me parecía alguien superficial, pero bueno, yo era nuevo en el pueblo y ella; ella era amada por todos aquí junto con sus amigos, que son los padres de los chicos. Aquí todos se conocían y el día que yo llegué al pueblo hubo una fiesta.