Con lágrimas como prueba, porque todas las alfombras quedaron manchadas de jugo
Sangre en mis zapatos
Y tú sabes que el amor es ciego
Puedo verlo en tus ojos
Me conoces y, honestamente, estoy mejor sin ti
No me tienes revisando mi teléfono por la hora
Bebé, estoy esperando y rezando
Mis rodillas débiles, estoy temblando
Porque tú sabes que siempre necesité salvación
(Demi Lovato,
Lonely)
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Unos pasos apresurados en el pasillo arrancan a Kyungsoo de sus sueños precipitadamente. Sus amigos también parpadean junto a él, desorientados por el ajetreo repentino. Minseok se viste rápido para salir a ver qué pasa y Kyungsoo planea seguirlo, pero Sehun tira de su brazo y lo obliga a sentarse de nuevo. Suho va en su lugar.
—Quédate aquí adentro —pide Sehun—. Después de lo que pasó la última vez, Baekhyun quiere que te expongas lo menos posible. Iré a ver qué ocurre y volveré para ponerte al tanto, ¿de acuerdo?
Kyungsoo asiente despacio, más por sentir la obligación que por estar de acuerdo. Aunque se sienta prisionero cuando lo sobreprotegen, acepta parte de su culpa por lo que pasó con los cazadores topo y entiende la paranoia general al respecto. Cuando Sehun se va, gatea hasta una de las paredes que lo separa del exterior y pega la oreja a la madera, pero no logra oír nada. Permanecer ahí adentro lo hace sentir menos seguro porque no puede entrar en contacto con la tierra y saber qué hay alrededor. Depende completamente de sus otros sentidos de nuevo.
Escucha que el suelo del pasillo cruje y espera agachado en un rincón a que sea Sehun, pero la figura que se asoma resulta ser su tío. Kibum entra apresurado, medio agachado, tanteando el suelo hasta que elige una tabla e intenta levantarla.
