Capítulo 7

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El tiempo es una cosa valiosa

Míralo volar mientras el péndulo oscila

Míralo contar hacia atrás hasta el final del día

El tic del reloj se lleva la vida


Es tan irreal, no veas abajo

Mira el tiempo irse directo por la ventana

Intentando aguantar, ni siquiera sabía

Lo desperdicié todo solo para verte partir


(Linkin Park,

In the end)


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Mientras la Líder de la Segunda Familia va perdiendo color hasta tener una piel casi translúcida, como si a través de los colores se estuviera despidiendo de EXO, algo se precipita debajo de la tierra. Un crepitar incesante que solo puede ser atendido por un ser en todo el mundo además del Árbol y que, sin embargo, ni siquiera él puede descifrar lo que ese sonido distante significa. Solo algunos comienzan a notar que la maldad ha brotado de la tierra y ha corrompido a los marginados. Los días están contados y Jongin es uno de los que está al tanto de esto.

La situación en Cloud 9 ha empeorado. La Cúspide apenas puede tener contacto con el último anillo porque los habitantes han bloqueado la frontera. Las huelgas se han incrementado. Los oradores gritan más alto. Cloud 8 está sufriendo un leve contagio y si no lo atienden a tiempo, como dejaron que sucediera con Cloud 9, el problema se expandirá como un cáncer y se volverá una réplica del otro anillo. Así continuamente hasta que hayan tomado todos los anillos o, al menos, hayan acorralado a los de mejor estatus.

Jongin ocupa sus días investigando los disturbios en Exodus. Se ha colado en manifestaciones y reuniones a escuchar los argumentos de los rebeldes. La mayoría son arbolarios, independientemente de la cercanía que tengan con la fe. Solo unos pocos son simples sujetos con ninguna fe que se suman al movimiento por compartir el interés en los reclamos. Pero no es esto lo que Jongin busca con tanta rigurosidad, sino a aquellos que se encuentran en contra: los que tachan las pintadas de los arbolarios. Ha pasado días mezclándose con los regulares, caminando por calles desiertas y oscuras, sin encontrar rastro alguno de estos seres, sin embargo todos los días encuentra alguna señal de su existencia. Ellos están, bien escondidos pero están.

Hoy es otro día sin resultados. Si tuviera ayuda sería una tarea más fácil, pero aún no se ha atrevido a pisar la casa de Hyoyeon, la que debería tomar cartas en el asunto. Le parece absurdo que ella no esté al tanto de la magnitud de problemas que están enfrentando en su propio terreno. Debería ser más profesional y dejar las formalidades entorno a la eventual muerte de su madre para asumir su cargo de una vez por todas. Exodus lo necesita.

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