¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Había comenzado otra partida. Era lo usual , un gran silencio que pocos lograban romper, nadie quería mencionar nada por la tensión. En esta ocasión estaban en la mesa 4 particulares integrantes. Luca arreglando algunos detalles de su invento, siempre tenía un aire inquietante y esto a Andrew le hacía temblar. Del otro lado estaba una mujer de aspecto elegante, rociando de vez en cuando un fuerte aroma tan hechizante como su figura y el último pero no menos importante, aquel chico tan sonriente y de aspecto pulcro. Andrew estaba nervioso de estar a lado de el, desde que llegó aquella carta , no ha encontrado palabras o más bien el valor para agradecerle de ello. Cada vez que le miraba, su corazón entraba en un estado de locura, los tiernos ojos de Victor era una medicina adictiva. Tan sumido estaba en ellos que dio un brinco al escuchar la voz de Luca susurrando en su oído. Andrew se encogió de hombros y le ofreció una mirada de incomodidad, el castaño resultaba ser muy apegado respecto a contacto físico.
— Buena suerte , conejito ~ — Seguia acercándose a Andrew, colocando una mano en su hombro y apegándose. No entendía porque le decía conejito pero tampoco se atrevía a responderle, estaba más que seguro que era algo malo. — ¿Qué pasa? ¿Acaso el gato te comió la lengua? — Andrew cerró con fuerzas sus ojos , ya no quería escucharlo. Queria huir lo más lejos que podía. Pronto dejo de escucharle hablar ¿Había funcionado? Abrio con lentitud los ojos, solo para toparse a lado suyo a Víctor, alejando la mano ajena de el. Aún que tuviera una sonrisa, se notaba que estaba molesto debido a lo pesado que se encontraba el ambiente. — ¿Enserio te vas a molestar por esto, Victor? Solo estaba jugando un poco con el.
Pero el silencio que ofrecía el cartero era suficiente para mantener alejado al prisionero. Andrew solo le observaba admirado ante ese acto, no comprendía esa amabilidad con la que lo trataba pero siempre llegaba en los momentos más adecuados. Siguió viéndolo con tal intensidad que Víctor lo noto, saludandolo con ternura. Ese torbellino lograba calmarse con esa mirada de un ser tan amable ¿Acaso es a lo que todos llaman un angel?
Necesitaba escribirle algo.
Paso la partida con ese pensamiento, organizando las palabras con sumo detalle hasta como le daría el sobre. Por suerte, todos salieron con vida de esa partida, estaban tan agotados que a tropiezos iban a sus habitaciones. Luca se encontraba junto a Vera, queriendo decir algo pero la fémina se le terminó adelantando. — Tus modales van primero, Luca, nunca lo olvides. Victor parece entenderlo mejor que tú.
En lo mientras, Luca ocultaba su rostro entre sus manos, quejándose en voz baja ¿Qué debía decir? Todo lo que Vera mencionaba era verdad.
— Quiero acercarme a él pero me dejo llevar... el es tan lindo, quiero molestarlo. Tienes esa expresión que me encanta mucho. — La mirada del castaño cambiaba cada vez que pensaba en Andrew, su amado conejito. Ahora un nuevo peligro rondaba , aquel perro que iba tras su conejo, silencioso pero efectivo, Victor. Debía encontrar una manera de alejarlo .
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.