Capítulo 4.

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24 de Agosto, 2019 22:30

Con las cadenas ya listas y con el fuerte amarre del científico finalmente salieron del laboratorio, dejando detrás a un Zedd muy preocupado al notar que detrás de su espalda el desquiciado científico llevaba un afilado cuchillo en la mano.
Sin hacer mucho ruido caminaron hacia la puerta de entrada para dirigirse hacia el patio, donde siempre se realizaban las “etapas importantes” o las “pruebas” como solía llamarlas Anthony, que en realidad para Dylan solamente eran una tortura, una manera de demostrarle que ya no era un chico normal, que si algún día lograran ubicarlo y atrapar a Nóvak él NUNCA iba a volver a retomar su vida, el castaño temía del día de que lo descubrieran, ¿Qué dirían sus padres?, ¿El gobierno lo volvería a meter en un estúpido laboratorio para estudiarlo y usar sus habilidades para fines egoístas y macabros como quería Anthony?, ¿Sus amigos se alejarían de él al ver en el “monstruo” (como solía llamarse a sí mismo) en que lo habían convertido?
Esas y más preguntas rondaban por su cabeza en el trayecto al patio, sintiendo una pequeña lagrima recorrer su mejilla, dejando salir un suspiro de cansancio, pero olvidando todo al momento de levantar la mirada y encontrándose con la Luna en su máximo esplendor, dedicándole una sonrisa sincera a su astro favorito.
Mientras tanto Dylan y Anthony se encontraban en el patio, un adormilado Evan se dirigía a la cocina en busca de un vaso de agua, notando por la pequeña ventana que tenía el laboratorio, que no dejaba ver nada más que la escalera, que las luces estaban apagadas lo cual lo extrañó bastante ya que él sabía perfectamente que cuando él se iba a dormir su padre se encerraba en su laboratorio hasta altas horas de la madrugada.
Ignorando eso el menor continuo con sus cosas, decidiendo que se iba a preparar unas tostadas.
Minutos después escucho un grito desde su patio, el cual no pudo entender, por lo que dejó sus cosas en la cocina y a rápidos pasos se asomó por la puerta que daba al patio, la cual curiosamente estaba abierta.
Al asomarse llevó sus manos hacia su boca para ahogar un grito de sorpresa, que al parecer ninguno de los hombres que estaban afuera lograron escuchar, retrocediendo lentamente pero sin quitar su mirada del pecoso ni de su padre, no podía creer lo que escuchaba ni mucho menos lo que veía.


24 de Agosto, 2019 23:00En el momento en que Dylan dirigió su mirada a la Luna olvidó todo por un segundo, dándole la espalda al científico, quien sacó el afilado cuchillo que tenia detrás de su espalda para así lanzarlo con fuerza en dirección a...

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24 de Agosto, 2019 23:00

En el momento en que Dylan dirigió su mirada a la Luna olvidó todo por un segundo, dándole la espalda al científico, quien sacó el afilado cuchillo que tenia detrás de su espalda para así lanzarlo con fuerza en dirección al chico que se encontraba sumido en sus pensamientos.
Y fue allí donde Evan escuchó un grito, el cual provino de Dylan.
Ya que de un momento a otro sintió un dolor fuerte en su espalda, soltando un grito desgarrador maldiciendo a Nóvak, grito que nadie más que Evan pudo escuchar, ya que la vivienda estaba en un lugar desolado.
No es lo que piensan queridos lectores, el cuchillo no alcanzó a llegar a la espalda de Dylan, ya que de esta última salieron dos grandes alas que lograron envolver al chico, evitando que el cuchillo tocara un centímetro de su piel. El muchacho se encontraba en shock, ya que esperaba de todo menos que eso fuera lo que había estado causando su dolor de espalda.
En el momento en que pudo reaccionar dejo que sus alas volvieran a su posición, viéndose bastante aterrador ya que sus ojos se encontraban rojos, sus alas amenazantes detrás de él, las cadenas rodeando su cuerpo y el inconscientemente alzándose en los aires.

“¡Púdrete Anthony Nóvak! ¿Esto te hace feliz, el convertirme en un monstruo, el tenerme secuestrado en tu maldito sótano hace dos años y hacer conmigo lo que te dé la gana? ¡Te odio como no tienes idea y cuando por fin pueda librarme de estas cadenas te causare tanto dolor que nunca podrás olvidarlo, odio ser tu maldito y estúpido prototipo, en un experimento que solo busca hacerle daño a la gente que este en tu contra!”

Grito con fuerza el chico, fueron fue totalmente ignorado por el causante de su dolor, ya que este último estaba completamente fascinado con lo que había logrado, a lo que tiró con fuerza de las cadenas para atraer a Dylan nuevamente al suelo, acercándolo bruscamente a su cuerpo para así decirle con una malévola sonrisa sobre sus labios, sin saber que su hijo se encontraba escondido escuchando cada una de las palabras que ambos decían, mirando sorprendido cada una de las acciones de ambos, no podía creer que el hombre que veía allí era su padre.

“Ninguna de tus estúpidas palabras lograra hacerme sentir mal, Dylan”

Dijo en un tono amenazante, acercando aún más al chico y luego empujándolo lejos para poder admirarlo, sus ojos rojos, sus alas que se elevaban de manera intimidante, sus manos comenzando a arder por el enojo que le causaba la sonrisa con la que el científico lo miraba.

“¿No ves lo hermoso que es este momento? ¡Yo Anthony Nóvak logró darle alas y habilidades inimaginables a un chico que pronto será una máquina de matar, para que yo, el mejor científico del mundo! Pueda demostrarles a todos los que no confiaron en que se podría crear al humano perfecto, ¡Incluso mi esposa no confió en mí, ella pensaba delatarme cuando se enteró que estabas en el sótano, ella intento ayudarte! ¿Pero ayudarte de qué?  ¡Mírate Dylan, eres perfecto, al verte todos estarán ante mis pies! ¿Y sabes qué es lo único que es triste en esto? Es que mi mujer no podrá ver mi obra maestra, ¡ELLA QUIEN NO CONFIO EN MI Y ME LLAMO MONSTRUO! ¿PUEDES CREERLO?”

Habló el científico, cambiando su tono de voz en repetidas ocasiones, pasando de enojado a feliz con facilidad, lo que genero un escalofrío en su hijo, quien no había dejado de ver la escena, dejando que las lágrimas recorrieran sus mejillas al escuchar todas las palabras que ambos hombres soltaban, ahogando sus sollozos con sus manos para que no lo escucharan, ¿Lo que decía su padre era verdad, esa era la razón de su separación? ¿Y si su madre sabía lo loco que estaba su padre, por qué no lo llevó con ella?
Mientras tanto los ojos de Dylan comenzaron a volver a la normalidad, sus alas comenzaron a esconderse en su espalda, sin dejar rastro de su aparición, el chico comenzó a llorar sin notarlo, algo le decía que la respuesta a su siguiente pregunta sería terrible, algo no le encajaba, ¿La mujer, sabiendo que su marido tenia a un chico de la misma edad que su hijo encerrado en su sótano se iría así como así, dejaría a su hijo en la misma casa que un psicópata?

“¿Qué le hiciste a tu mujer, Anthony Nóvak?”

Preguntó finalmente, sin saber que su pregunta provocó un escalofrió en el menor de los Nóvak, quien aún seguía escuchando.

“¿No ves lo hermoso que es este momento? ¡Yo Anthony Nóvak logró darle alas y habilidades inimaginables a un chico que pronto será una máquina de matar, para que yo, el mejor científico del mundo! Pueda demostrarles a todos los que no confiaron en...

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¿Qué le hizo Anthony a su esposa?
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 Experimento #53, un hombre perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora