Segundas Oportunidades {DRAMIONE}

11. Mi princesita

POV DRACO

Draco: Tengo un mal presentimiento.

Sr. Malfoy: ¿Por qué lo dices, hijo?

Draco: No debiste presionar a Weasley de esa manera.

Sr. Malfoy: ¿Acaso no era eso lo qué querías que hiciera?

Draco: Sí, pero siento que fue demasiado. Temo que se desquite con Mione por tú culpa.

Sr. Malfoy: ¿Mi culpa? Fue tu idea Draco, ya no te puedes echar para atrás. Si de verdad quieres ayudar a esa chica tendrás que esperar que Weasley tomé una desición. La correcta, para salir de su situación. No va a aguantar y va a terminar aceptando, por lo que no hay de que preocuparse.

Draco: No lo conoces realmente, si está bajo presión será peor, se va a desesperar y hará las cosas sin pensar. Podría lastimar a Hermione.

Sr. Malfoy: Estoy seguro de que no hará eso, no creo que arriesgue su preciada empresa por no pensar las cosas bien.

Draco: Creo que debería ir a su casa para asegurarme de que todo está bien. Y de que no le haya echo nada a Hermione. Suficiente ha tenido estas semanas.

Sr. Malfoy: No creo que sea lo correcto, ¿con qué excusa irás? Entiendo que te preocupe, pero estas exagerando el asunto.

Draco: ¿Acaso quieres que termine como mamá? No me importa la excusa que tenga que poner. Solo quiero ver que no esté pasando nada malo.- tomé mis cosas y me monté en el auto para ir a la casa de Hermione. Se que no debí hablarle de mamá a mi padre, pero es de la única forma en la que se pondrá en mi lugar.

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POV HERMIONE

Ron: ¡Ya me cansé de ti Hermione, ahora las cosas serán a mi manera! ¡Me perteneces!- Ronald se estaba comportando de una manera totalmente diferente, esta fue la gota que derramó el vaso. Ya estaba totalmente expuesta a Ronald y sin ninguna escapatoria.- Lo siento, esto va a solucionar todos nuestros problemas.

Hermione: ¡RONALD NO!

El tiempo se detuvo en ese momento, solo quería llorar hasta desmayarme y no volver a despertarme. Sí hace un año alguien me hubiese dicho que esta iba a ser la vida que me esperaba volvería atrás y haría que las cosas fueran diferentes. Esto es peor que el infierno, era repugnante. Jamás pensé que un acto que pensamos que es bonito de pronto se convierta en un arma para usar en tu contra. Pero cuando sentí que mi vida acabaría llegó el milagro que tanto estaba esperando, tarde, pero llegó. Alguien estaba tocando el timbre de la puerta principal.

Ron: Aún no acabo Hermione, esto no ha terminado aquí. Te has salvado por hoy. Ve y atiende a lo que me doy una ducha.

Ron se levantó de la cama con una sabana envuelta en la cintura y se metió al baño. El timbre volvió a sonar. Me sequé las lagrimas para disimular y bajé a abrir la puerta. Grande fue la sorpresa que me llevé. ¡Mi princesita! fue lo único que pude escuchar porque la persona se me tiró en cima y me dio un gran abrazo como si no quisiera soltarme nunca.

Hermione: ¿Qué haces aquí?- dije sorprendida.

??: ¿Cómo que, qué hago aquí? Vine a verte, a ver que estuviera todo bien. ¿No te alegra verme? 

Hermione: ¡Claro que me alegra verte Jackson!- volví a darle otro abrazo nerviosa.

Jackson: ¿Está todo bien princesita? Vi la entrevista del centro comercial. Tus golpes no parecían ser de una caída... Espera, ¿estabas llorando? ¿Qué está sucediendo? ¡Princesita contesta!