-Interesante -dice Vanessa- Y además veo que trabajas con mucho más entusiasmo que ayer
-¿Perdón?- dije confundida ahora mirándola
Estábamos en la oficina las dos solas, Mateo había pedido permiso en la oficina ya que desde temprano había estado con fiebre
-¿Y dime quién es? ¿Es el contador del cuarto piso verdad? Porque el otro día en el almuerzo se la pasó viéndote todo el rato y pensé que ni cuenta te habías dado-dijo emocionada-Bueno yo también lo veo guapo aunque no es mi...
-¿De qué hablas Vanessa?-la interrumpí, realmente estaba confundida
-Es obvio-dijo rodando los ojos y levantándose de su sitio para acercarse a mi escritorio-Te veo más resplandeciente desde temprano, y es obvio que es por alguien
-¿Queeee? No seas mal pensada- dije riendo
¿En serio se me notaba distinta? Vaya lo que hace una gran amistad como Renzo
-Solo que hoy saldré con mi mejor amigo después de mucho tiempo, me va a recoger hoy saliendo
-Con que él era- dijo y chasqueó los dedos
-Sólo somos amigos-dije rodando los ojos- Renzo y yo hemos sido amigos desde la universidad
-Siiii claroooooo- dijo sarcásticamente volviendo a su escritorio
-Eso debería decir yo por ti y Mateo- dije para molestarla- Apuesto a que irás a cuidarlo y serás su enfermera personal ya que está con fiebre
-Ya ya solo somos amigos-dijo ahora ella a la defensiva
-Siiii claroooooo-dije imitándola y riendo a lo que ella me respondió sacando la lengua
¡Qué infantil Vanessa!
Iba seguir insistiendo pero el teléfono de mi escritorio sonó
-No te salvas de esta Vanessa-dije antes de descolgar el teléfono- ¿Sí?
-Señorita Kinney le habla Rose, la secretaria del señor Castillo, él la espera en su oficina ahora
¿Castillo? ¡Mierda el gerente de la empresa!
-Está bien gracias por avisar Rose, estaré ahí en unos instantes- dije y colgué
Al fin conocería al jefe y nuevo dueño de esta empresa
-Suerte Dafne, es algo frío como el hielo, pero con tu sonrisa apuesto que lo derrites- dijo Vanessa cuando ya estaba por salir
-Te pasas, pero gracias-respondí riendo y salí de la oficina
***
-Puede pasar señorita Kinney- me dijo Rose
Conocer al jefe de la empresa me ponía los pelos de punta, obviamente me encontraba nerviosa. Mateo me había dicho que el jefe era muy serio y frío, aunque estudiando la situación, debía quedar bien y no causar inconveniente alguno
Calmada Dafne, calmada
-Gracias- dije sonriendo a Rose
Y me dirigí a la puerta ya abierta de la oficina
Con paso firme me dirigí a conocerlo, para este día me había puesto una falda tubo negra de vestir, tacones negros altos y una blusa blanca algo escotada pero al fin y al cabo elegante.
Debía entrar con paso seguro, no quería caerme o hacer el ridículo a lo Cincuenta sombras, aunque encontrar a un jefe así no estaría mal del todo
Carajo debo pensar con claridad y no en tonterías
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La Probabilidad
Novela Juvenil«¿Será probable? ¿Cuál es la probabilidad de que suceda un encuentro con él?. Esas eran las preguntas me que me hice cuando te vi por última vez y ahora que han pasado muchos años y ahora pienso que aquellas preguntas puedan tener respuesta» Alguien...