Capítulo 8

24 7 4
                                    

-Oh vamos no estuvo tan aburrido- dijo Renzo riendo mientras conducía a mi departamento

Él muy amablemente se había ofrecido a llevarme a mi departamento

-Tienes razón no estaba aburrido, solo algo repetitivo ya que lo único de lo que hablaron fue del matrimonio de mi prima- dije riendo mientras negaba con la cabeza

-Está emocionada Dafne entiéndela, hasta serás un de sus damas de honor

-Lo sé, pero igual es cansado el mismo tema, al menos esta vez no tocaron el otro-dije suspirando

-¿Cuál otro?-dijo curioso

Justo nos detuvimos en el semáforo

-Ah ya sabes cómo es mi abuela de loquilla, quiere que le traiga un novio, y está insistente desde que Megan se comprometió ya que ella es menor y eso medio que la escandalizó

«¿Cuando me traes un novio Dafne?» «Quiero conocer a mis bisnietos hijita»

Últimamente esas eran sus interrogantes, definitivamente mi abuela no parecía una abuela normal, pero ya estaba acostumbrada a sus locuras así que no le tomaba mucha importancia. Incluso mis padres opinaban lo mismo. Estaba agradecida que ellos tuvieran un pensamiento más moderno.

-Mmmm ya veo- dijo medio pensativo y arrancando el carro por el semáforo- No le has traído a nadie ¿ehh?

-Bueno...en este tiempo no he salido con nadie formalmente como para traerlo a casa, solo salidas y ya- dije y soné algo fría sin querer

Es como si le hubiese presentado a mi familia al chico con el que solo salí la una vez, y resultó un idiota cuando prácticamente se molestó conmigo porque yo usé una minifalda, patético, simplemente patético... Y mejor ni me ponía a recordar mi situación sentimental

-Vaya-dijo curioso sonriendo-Realmente veo que hay mucho que contar

-Sí- dije-No había mucho tiempo para conversar por teléfono

-Lo sé, pero no volverá a pasar- dijo cuando llegamos a mi departamento y estacionaba el carro

-Eso es un hecho- dije mientras nos sonreíamos -¿Pasas un rato a charlar y tomar un poco de café? ¿Cómo los viejos tiempos?

Él lo pensó por un momento, y vio la hora en su reloj en modo de broma mientras hacía un puchero

-No es muy tarde señorita...así que vamos ¿Cómo decir que no?-dijo riendo

Me sentía tan contenta de tener un mejor amigo como Renzo, que pese a que habían pasado dos años nuestra amistad seguía siendo cómo en los primeros días en la universidad.

-Y este es mi hogar- dije cuando entramos-Es pequeño pero me siento a gusto aquí... No seas tímido puedes sentarte en el sillón mientras voy a la cocina

-Gracias, está muy lindo todo- dijo acomodándose en el sillón mas grande

Me dispuse a ir a la cocina para preparar algo de café, para mi buena suerte también tenía galletas para invitar a mi amigo.

-Aquí está todo-dije cuando terminé de preparar poniendo todo en la mesita de centro de mi sala para sentarme a su lado

-Veo que tu abuela no era la única que me quería engordar-dijo bromeando

-Jaaaa, jaaaa, que gracioso ¿no?-dije con sarcasmo

Todo porque mi abuela le había ofrecido más comida diciendo que estaba muy delgado

<<Come más si deseas hijo, estás muy delgado>>

Aunque eso no era cierto ya que Renzo estaba con un muy buen físico ahora

La ProbabilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora