↳↳❝Lost Memoirs❞↲↲［ Sir Nighteye X Oc ］

❝ 5: Insomnio ❞

Esa noche era bastante tranquila, más sin embargo también calurosa.

No podía dormir bien desde hace varias noches. Suspiro levantándose de la cama y dirigiéndose a su escritorio, encendió la computadora y tomo su teléfono.

Se dedicaría a responder los emails de su trabajo, si no podía dormir preferís cansarse con eso y luego ir a dormir.

Se echaba aire con la mano y limpiaba el sudor de su rostro. Reviso la hora y soltó un jadeo de asombro. Apenas eran las 12:30 pm.

— Como odio esto... — se pasó las manos por el rostro y miro su computadora.

Mientras pasaban los minutos seguían respondiendo mensajes y emails. Bostezaba y sentía ardor en los ojos, sabía que eso era malo pero prefería eso a sentirse sofocada por el calor en la cama sin poder dormir.

— Debería empezar a tomar té de manzanilla... — se apoyó en una de sus manos y miro la pantalla fijamente.

Le faltaban tan solo unos diez correos por responder pero ya no quería seguir trabajando.

Apagó la computadora y bajo la pantalla. Vio de nuevo su teléfono, llevaba mucho tiempo sin escuchar música así que busco en todo el cuarto sus audífonos. Se sentó en la cama y los conecto a su teléfono.

Busco su vieja playlist y simplemente presiono en aleatorio.

<<Love of my life you hurt me. You've broken my heart and now you leave me. Love of my life, can't you see?>>

El tan solo escuchar la suave melodía de la guitarra la llevo de paz interna. La letra de la canción acompañada de la suave y melodiosa voz la relajaba de una manera increíble.

Se recostó en la cama y apagó la pantalla del teléfono, cerró los ojos y solo pensó en la música. La canción tenía gran significado para ella, pues recordaba mucho que fue la canción que escucho en la boda de su hermana. Creía que la relación de su hermana era perfecta, y quería lo mismo para ella.

Pero tan solo dos años luego una tragedia la invadió. En ese tiempo su hermana ya tenía una hija, antes de casarse, con su esposo habían tenido una hija, que cuando ocurrió el accidente tenía 9.

La ceremonia fue realmente dolorosa, y meses luego de que aquello pasará el viudo ya tenía una nivia nueva. Luego de que el se distanciaría ella termino a cargo de su sobrina como tutora legal.

Luego quedó embarazada, y cuando le contó a su novio el la dejo, durante un par de años no supo nada de el.

Cuando su hija nació no pasaba por el mejor momento, su padre había enfermado y la mayoría del dinero se iba en sus medicinas y cuidado, así que estando en esa difícil situación, con su hija recién nacida y su sobrina de 9 años tuvo que conseguir un empleo.

Aquello apenas le daba suficiente para todo lo que necesitaban, pero como un alma piadosa, el padre de Ayame volvió con dinero. Cada mes le daba a Chiemi para que cuidara de Ayame y un poco más para Kaede.

Tal vez su relación con la familia de su difunta esposa no era la mejor, pero de algún modo era un tipo de padre responsable.

Ya habían pasado cinco años desde todo aquello, ahora su vida era mucho mejor y no podía quejarse de nada, era feliz.

Con la suave melodía aún en sus oídos se quedó dormida, dejando ir sus pensamientos para finalmente descansar.

Habían pasado horas cuando si tío su teléfono vibrar y sonar con fuerza en la cama. Despertó con mucha pereza y apagó la alarma.

6:00 AM. Fue directo al baño, dónde duro al rededor de media hora preparándose, cepillando sus dientes, tomando una ducha, haciendo sus necesidades y haciéndose una mascarilla mientras iba a preparar lo demás.

Salió del cuarto con parte de su ropa de ese día y la mascarilla en rostro. Abrió la puerta del cuarto de las niñas, aún estaban dormidas. Cerro de nuevo y fue a la cocina para preparar el desayuno.

En ese tiempo tuvo todo listo y lo sirvio en la mesa, fue a lavarse el rostro para quitarse la mascarilla y peino su cabello.

6:30 AM. Entro al cuarto de las niñas y las despertó para que fueran a ducharse. No demoraron más de diez minutos a pesar de la.pereza que tenían.

Aparecieron en el comedor y cada una se sentó en su lugar.  Tenían sus uniformes puestos y el cabello suelto.

Mientras desayunaban Chiemi las peinaba y acomodaba el uniforme de su hija, pues su sobrina estaba casi impecable.

6:49 AM. Reviso quesu pequeña llevará todo y le entrego a cada una su almuerzo, las acompaño a la salida y esperaron por la ruta escolar. Y cuando está llegó se despidió cariñosamente de casa una. Espero a que el automóvil se alejara y entro a la casa para terminar de arreglar todo. Lavo los platos y organizo su cama. Lavo sus dientes de nuevo luego de desayunar y tomo todas su cosas para irse al trabajo.

Cuando llegó dejo todo en su oficina, saludo a su mejor amiga que también había llegado hace poco y subió al despacho de su jefe.

— Eres muy lento Toshinori — dijo con una suave risa al ver que aún no llegaba.

Tomo un papel y allí escribió un par de cosas, dejo el papel a un lado del computador dónde sabía que veria la nota. Salió del despacho y se encontró con Sasaki.

— Buenos días — saludaron al mismo tiempo sacándole uba sonrisa al otro.

— ¿Ahora me copias? ¡Solo espero que no me quites mi puesto! — Chiemi lo señaló de manera divertida y le dió un par de palmadas en el hombro derecho — Te veré mas tarde.

— Suerte — le dijo el para despedirse y entrar al despachó.

El hombre de lentes dejo su papeleo sobre el escritorio, All Might se dedicaba a el trabajo de campo, peleando con los villanos, pero también debía escribir informes, para lo cual no era muy bueno. Por eso, una de sus principales funciones era ayudar a Toshinori con ese trabajo.

Varios minutos después vio al rubio entrar al cuarto y lo saludo, al ver los reportes se sintió avergonzado.

— Lamento mucho que tú debas haver esto, es mi trabajo, lo siento — se disculpaba de mil formas distintas por la vergüenza.

— No te preocupes — sonrió para tranquilizarlo — mejor Lee esto y ve a buscarla.

Tomo la nota que anteriormente había leído por curiosidad y se la entrego a Toshinori.

"¿Que tal estuvo la grabación del comercial? ¡La próxima vez pídeme la dirección antes de irte como un loco!"

Toshinori soltó una fuerte risa por su torpeza y salió con el peliverde del cuarto, cada uno a hacer su trabajo.