↳↳❝Lost Memoirs❞↲↲［ Sir Nighteye X Oc ］

❝4: Un par de dudas ❞

Aiko estaba en su escritorio, trabajando en un par de informes, pero de repente un asunto regreso a su cabeza, la entrevista.

Su hija, Kaede, estaba sentada sobre un escritorio vacío comiendo los restos de un pequeño frasco de helado.

Se levantó y se acercó a ella, saco de su bolsillo un pañuelo y limpio los restos de comida, también limpio sus manos y un poco de su ropa.

— vamos a la oficina del tío Toshi, debo decirle algo. — Kaede asintió y su madre la ayudo a bajar de dónde estaban.

Tomadas de las manos subieron por las escaleras y entraron a la oficina.

Allí estaban Toshinori y Sasaki. La mirada de esta último se concentro en la mayor, sentía la necesidad de querer hablar con ella.

— Toshinori, ayer hablamos de tu entrevista, ¿Cierto? — se sentó en la silla frente al escritorio del  rubio.

— ¡Lo olvide! ¡Hoy debía ir a grabar el comercial! — el rubio se levantó precipitado y recogió sus cosas — volveré cuando termine de grabar eso.

— ¿Necesitas que te acompañe? — pregunto Sasaki a punto de levantarse. Pero el rubio negó rápidamente y salió del lugar.

— Ni siquiera me pidió la dirección, se la enviaré por mensaje — soltó un suspiro y saco su teléfono.
La pequeña Kaede se levantó de su silla y fue hasta donde estaba Sasaki.

Se sentó frente a el y lo miro fijamente.

— Hola — saludo con una sonrisa.

— Hola pequeña... — no recordaba su nombre.

— Kaede — termino la menor.

— ¿Que pasa? ¿Quieres preguntarme algo? — apartó la mirada de los papeles que tenía en las manos.

— No... Solo vine a ver, estoy aburrida. — dijo haciendo ruido con su boca y moviendo sus pies.

— Entiendo. — un pequeño silencio se formó hasta que Aiko interrumpió.

— Linda, debemos ir por tu prima — dijo luego de ver la hora — ya debe estar esperándonos.

— Adiós, Sasaki-kun — se despidió la pequeña y bajo de su silla para ir con su madre y tomarla de la mano.

— Te veo luego, Sasaki — se despidió igual la mayor y luego se retiraron.

❝「⏱️」❞

— Tía Aiko, no era necesario que vinieras por mi — una chica de 14 años saludo a su tía. — podía ir a casa sola.

— ¿Estás loca? — beso la frente de la adolescente y la tomo de la mano — tu padre me mataría.

— ¿Entonces porque no vino el por mi? — dijo con un tono molesto.

— sabes que tu padre no pasa mucho tiempo en la ciudad.

— siempre está con otras mujeres — se cruzo de brazos y detuvo su paso.

Kaede estaba dormida sobre  los hombros de su madre, ella la cargaba en brazos desde hace un buen rato.

— Ayame-chan, se que no te gusta estar con tu padre... A mí tampoco me agrada mucho — soltó un suspiro y camino hasta ella — pero justo por eso estás conmigo, el sabe que no puede cuidarte y prefiere que estés conmigo.

— Extraño mucho a mamá... — cada vez que hablaba de ella sentía como sus ojos se llenaban de lágrimas.

— También la extraño... — le dió un abrazo fuerte y la tomo de la mano — pero no hablemos de eso, mejor cuéntame cómo estuvieron tus clases hoy...

Trato de cambiar el ambiente, su sobrina le contó sobre sus clases mientras caminaban en dirección a la casa.

❝「⏱️」❞

Luego de dejar a ambas chicas en casa seguras, regreso a su trabajo, era hora del almuerzo, iría a la cafetería del lugar y compraría algo.

Llevo lo que había comprado a una mesa de la cafetería y se sentó allí. Un par de minutos luego de eso, alguien se sentó frente ella, creyó que sería Komoye así que sonrió ampliamente.

— Te pone feliz verme, ¿Cierto? — al escuchar una voz muy poco femenina como la de su amiga su sonrisa se borró y levantó la mirada.

— Sasaki, ¿Que haces aquí? — pregunto confundida de que el se sentara con ella.

—Vengo a comer y hablar, si no te molesta — dijo para luego tomar sus palillos.

— Bueno, al menos eso me da tiempo de conocerte mejor — sonrió un poco.

— tengo un par de dudas — llevo un poco de comida a su boca y luego de eso la señaló.

— ¿Yo soy tu duda? — alzó una ceja y tomo de su bebida.

— algo así... ¿Estás casada? — pregunto un poco tímido.

Ella soltó una fuerte risa pero luego se tapó la boca. Negó con la cabeza, aún riendo un poco.

— No, claro que no — sonrió.

— Pero tienes novio, ¿No? — volvió a negar.

— Soy madre soltera, ni siquiera me gusta recordar a ese idiota. — su expresión cambio un momento a una molesta. — pero bueno, mi pregunta es la misma, ¿Casado o con novia?

— soltero — siguieron comiendo mientras su conversación se tornaba privada.

— ¿Cuántos años tienes?

— 30 — respondió con una sonrisa, su turno de preguntar — ¿Tu cuántos? ¿24? Te ves de 24.

— Me halaga que pienses eso, pero no, tengo 27 — respondió — tu si estás viejo.

— eso me ofende — fingió molestarse.

— ¿E-en serio? Lo lamento. — casi se atraganta con su comida por aquello, pero luego de escuchar la risa de Sasaki su rostro parecía confundido.

— Oye, oye, ¿Porque me miras así? — el rostro de Aiko era algo sencillamente para reír, tenía las mejillas llenas de comida y el entrecejo fruncido.

— ¡Creí que en serio estabas molesto! — se tapó la cara un poco avergonzada y termino de pasar lo que aún comía.

Sasaki seguía mirándola mientras reía. Le agradaba mucho ella y su humor.

— Era una broma — susurro sonriendo.

— Tus bromas son muy malas — siguió comiendo, lo miraba con una expresión un poco avergonzada y hacia un puchero.

— Vamos, no te molestes, sigamos hablando, se que dijiste que no querías hablar de eso, pero... ¿Tu hija sabe de el? — se sintió mal por hacer esa pregunta.

—Algo así... — suspiro y se rascó la nuca — Aún es muy pequeña como para decirle que el estúpido de su padre abandono a su madre en cuanto supo que estaba embarazada.

— Okey... Creo que no te preguntaré más sobre eso — ella asintió y se levantó.

— bueno, se acabó el almuerzo, te veré luego, lentes — antes de seguir caminando se detuvo y se giró un poco para verlo — ¿No te ofende que te llame así?

Una risa inocente salió de los labios de Aiko. Desde su posición aquella imagen de ella me pareció muy linda.

Luego ella se retiró dejándolo con la palabra en la boca. Sus mejillas tomaron un leve tono rosa por la vergüenza que sentía en ese momento, varias personas se le habían quedado viendo.