Triunfo-Good Omens

Capítulo 1: Sentimientos.

"Good omens es un libro propiedad de Terry Pratchett y Neil Gaiman, una serie de Amazon prime"

Después de aquel desastroso día, los buenos días ya no eran buenos, solo días.

Estaba furioso consigo mismo, y ahora tenía que dar un informe a Dios, explicar cómo habían fracasado en su misión, como la guerra entre el cielo y el infierno no tuvo lugar con la llegada del anticristo; se sereno, ellos tenían prohibido sentir emociones como la ira eso era cosa del infierno, a su lado una ser de luz con cabello marrón y peinado rígido tecleaba en su lujosa computadora de última generación, emulando perfectamente una Mac común humana.

Las paredes blancas de aquella habitación comenzaban a asfixiarlo, sentía que tanto blanco impoluto lo encerraba en su estrés y desesperación, dirigió una mirada desdeñosa a su compañero de trabajo.

- ¿Qué comentaron tus informantes? - le pregunto escueto al arcángel Michael, quien hizo un gesto rígido al recordar que el demonio que le daba noticias había muerto, solo le quedaba una fuente de información, pero no era tan veraz como Ligur.

- Lo asesino... aquel que tanto odias - le recordó con una sonrisa, que provoco que quien la cuestionaba volviera a sentir otra vez sentimientos prohibidos, Gabriel era un arcángel importante, estaba por debajo de Metatrón en la línea de informantes de Dios, eso le daba jerarquía sobre el resto, había elegido con cuidado a su equipo de trabajo, y con mano dura ideó todo para el "plan inefable", era un hombre ansioso de atención, algo narcisista y buscando siempre elevarse ante los ojos del señor.

Pero no conto con el fracaso, y sobre todo con la traición del principado Aziraphale, cuando Michael se lo mostro no quería verlo, incluso busco por su mente miles de explicaciones ante aquella cruda realidad, las fotos le dolieron, de hecho más que eso, sintió un nudo en la garganta de recordarlo, uno muy difícil de eliminar por más que lo intentara, ver al ángel fraternizar con el enemigo fue duro, por eso cuando la gente le pidió aplicar un castigo al traidor, pese a su dolor, lo hizo.

Sentir que uno de los tuyos está en tu contra era doloroso, pero, si sentías cariño de por medio, eso incrementaba la falla a mil veces peor, y en definitiva aquel rechoncho ángel era uno de sus mejores subordinados, sin embargo, no era eso lo que le molestaba a Gabriel, no, era el hecho de los sentimientos que albergaba por el rubio eran tan reales que no podía compararlos, no al menos con algo que hubiera experimentado con algún otro.

- Claro, supongo que ya no quedan demonios que quieran hablar con los ángeles - se burló de ella, quien entendió que había picado la llaga de nuevo, pero parte del fracaso de su misión fue la fe ciega que Gabriel puso sobre aquel principiado.

- Viven juntos, en una cabaña en South Downs* - confeso Michael, y justo con esas palabras, la tierra se cimbro de nuevo bajos sus pies - Si estaban "fraternizando" después de todo.

El guardo silencio, su yo interno maldecía, si pudiera golpearía, pero no, él tenía que guardar la apariencia, peino su cabello hacia atrás y lanzo un suspiro.

- Era un traidor después de todo, ganaste la apuesta Michael, ¡felicidades! - le soltó con sarcasmo y más dolor que el que quiso poner en sus palabras.

- Seguro enrollarse con él le dio poderes infernales, por eso soporto el agua bendita aquel ser del averno, y por lo tanto por eso Aziraphale tolero el fuego infernal - explico como si aquello resolviera las dudas que habían nacido de todos los arcángeles al ver como aquel torpe ser había salido impune de su castigo.

- ¡Déjame solo, Michael!, necesito pensar en una solución a todo esto, después de todo, parte de este error es mi responsabilidad - le ordenó Gabriel, ella se retiró al verlo serio, y hundido en sus pensamientos, todos notaban la fascinación que despertaba Aziraphale sobre el resto, pero en especial en Gabriel, quien siempre se mostró demasiado indulgente con él.