ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴇɪɢʜᴛ

700 71 25
                                    

¡Aguanta! —siguió corriendo tras él. Ambos corrían por un camino de frondosos árboles, frutillas colgando de ellos, las plantas desprendían un olor único, especial para esa ocasión.

Todo era totalmente verde, a lo lejos, muy a lo lejos pudo distinguir una pequeña cascada con agua limpia, ¡Limpia, blanca, fresca!

¡Vayamos a la cascada, cariño! —Rusia corrió más rápido y México no tuvo otra más que seguir corriendo tras él, aunque la enorme sonrisa no se le borraba del rostro.

No era un día cómo cualquier otro, hoy había un lindo sol, calorcito, una suave brisa, aire limpio, estar entre un bosque gigante, correr junto al amor de tu vida...

¡Señor México, corra, aún falta poco! —su corazón no pudo estar más feliz,casi salía de su pecho. Rusia comenzaba a recordar eso, y fue más que suficiente para que México tomara la delantera y soltará su mano. Agarró más fuerza y corrió más veloz, llegando en unos... 2 minutos a la bella cascada que se encontraba ahí.

« Es una trampa... »

Miro todo con detenimiento, se sentía feliz, aunque muy en el fondo sabía que algo no cuadraba bien, trataba de ignorar el presentimiento y se sentó en una piedra que había por ahí.

-México, ¡No me esperaste! -gritó en medio del camino, ya cuando estuvo cerca -¿Qué haces? -

-Pues...nada aquí... Wachando el paisaje homie -se río de su propia broma y Rusia lo miro serio -¿Qué pasó? -giro para verlo a la cara.

-Yo debí haber llegado primero -reclamó-...soy mejor que todos -dijo con aires de grandeza.

-Perdoneme usted, pa' la próxima me ganas tú, ¿Va? -se levantó de la piedra dónde se encontraba y se acercó hasta la cascada -¿¡Puedo!? -grito a lo lejos, la señaló y recibió un asentimiento de cabeza, se dió la vuelta y se quito la ligera ropa que estaba cubriendo su cuerpo, quedando expuesto a ojos del Ruso, aunque ya conocía aquella desnudes. 

El Ruso relamió sus labios y ahora el se sentó en la piedra, con una sonrisa en el rostro. Otra vez... Otra vez se sentía extraño.

Habían dos partes de él, la parte mala que lo caracterizaba y la anti-el que lo odiaba y siempre lo hacía tener como recuerdos de una vida diferente a esta. Recordó la vez que trató de matar a México, cuando puso la revolver en su espalda...

« The memories you have are wrong »
( « Los recuerdos que tengas están mal » )

Recordó las palabras de América, se sentía confundido, no quería hacerle caso, el era quien dominaba, no lo dominaban; y por ende no podían decirle que hacer.

By Rusia:

Ahí estaba él, México. Mi lindo bebé... Jugando con el agua, cerrando sus lindos ojos y dejándose llevar por el tranquilizante agua, tanto así que me dieron ganas de meterme a su lado y hacerlo mío las veces que pudiera, pero me abstendría, solo por hoy...o por éste rato.

Me quite la poca ropa que había y la dejé en la orilla, junto con la de mi amado, quien estaba distraído, tan distraído que no vio ni sintió cuando entre a la cascada y me acerqué a él, cómo un cocodrilo.

Vi a mi víctima, al parecer estaba lavando su cabello, sus ojos cerrados lo hacían ver sereno, tranquilo y de cierta forma feliz también. Era la mejor oportunidad del mundo.
Me hundí un poco y me acerqué de forma táctica;  era lento, sigiloso...peligroso.

Me lance a mi victima, lo abrace por la espalda y lo apegue a mi pecho, se tenso un poco sobre mi agarre. Acerqué mi barbilla hasta su cuello y suspire el lugar, era una debilidad, así que bese, chupe y dejé marcas para dar a entender que era mío. Prácticamente marcarlo de MI propiedad.

Rebelión RusMex 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora