7. Sendero

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La seductora idea de ir tras esa intuición se volvía más intensa, su discusión interna la llevaría al borde de una locura y seguir a aquel "lobo" tras la alta hierba y perderse en un sendero desconocido para ella. 

"Iré o no iré" 

Sus frías manos presionaban más y más el marco a medida que el tiempo pasaba, la pelirroja mordió su labio en busca de una respuesta a su impulsiva necesidad de avanzar. Nuevamente se preguntó, iré o no iré. Sin embargo, el latir de su corazón gano en la batalla contra la racionalidad. Mojarse en un verano y caminar tras lo desconocido ganó. 

Rápidamente tomó un pedazo de hoja y escribió un mensaje para quienes llegaran al hogar de Hana con su número de teléfono, ella claramente iría a ver el agraciado espécimen de lobo. Un lobo de montañas el cual se creyó extinto. Cuando terminó su pequeña nota, agarró su mochila sin revisarla antes, ya que recordaba que tenía lo necesario pasar el verano ayudando a Hana-san.  En esta llevaba: una cámara, su teléfono con mala señal, una linterna, frutos secos, botella de agua, ropa de repuesto y un cuaderno junto a tres bolígrafos no caducos. 

—Bien.

Una vez lista se marchó por la puerta que daba al patio, sus almendrados ojos miraron una vez más hacia atrás, queriendo detener la impulsiva decisión y regresar bajo el cálido techo que la acogía y dejar de lado su accionar. Nuevamente la asaltó la duda. 

"Iré o no iré"

Pero su fuerza de voluntad la guió con prominente fuerza y siguió adelante. Tsubaki se entraba a territorios desconocidos, se aferro a su experiencia novel como estudiante de biología y se aproximó hacia donde había visto escapar a aquel animal. El rozar de las hierbas la erizaban a su vez que el fatídico clima no la abandona. Claramente tenía que llover un día como este, se quejó mentalmente. 

 Aún se estaba preguntando sobre el dolor que sentía sobre su esguince, pero este no dolía intensamente. Sus pies bajo las botas de exploración se sentían cómodos, no tanto como el adolorido, pero al tener pegados varios parches analgésicos, le permitía hasta correr pequeñas distancias sin retorcerse en el dolor. Tsubaki se propuso qué:  Si ella iba tras las pistas de un lobo, debía tratar de optimizar su comodidad al perseguirlo. 

Retornando a sus alrededores, la pelirroja se guió con la linterna unas pisadas que la guiaban hasta el abrumador bosque, su mirada almendrosa no se despegó del ligero suelo enlodado en donde manchas frescas de pisadas se apreciaban, no tan bien, pero podía decir que era de un canino.

Decidió proseguir y pisó las fronteras entre la hierba alta y el bosque cercano. Aferró su pulso hacia la linterna y caminó lo más rápido cuando entró entre el frondoso paisaje. A su suerte el camino no era tan empinado y la intensa lluvia disminuía paulatinamente su fuerza gracias a las pesadas ramas y hojas que le servían como paraguas, hablando de paraguas, ella había olvidado traer uno consigo. 

Su respiración algo agitada por el ejercicio se mezclaba con el ensordecedor ambiente de la lluvia y el cantar de los animales cercanos, más las aves que se comunican para formar bandadas. Tsubaki hacia notas especiales cuando el camino un poco piedroso y lodoso se volvía pesado. 

"Cada vez se vuelve más difícil."

Su monólogo interior le hacía compañía ante el grisáceo y un poco neblinoso lugar. La pelirroja continuó metiéndose más y más hacia el bosque hasta donde no pudo distinguir más marcas de animales. Su sorpresa y ligero temor se volvía más intenso. 

—Y si no era un lobo...

El grave error se mezclaba con el caer de los truenos a la lejanía, Tsubaki suspiró y apagó por un momento la linterna para ahorrar energía. Mientras se detenía un momento en pensar, no escuchó la vibración de su teléfono sonar intensamente en el fondo de su "preparada" mochila. Cerró sus ojos y decidió solo desistir de su idea erronea de salir tras su propia alusinación. 

—Será mejor volver.— Habló consigo misma. 

La pelirroja encendió nuevamente la linterna y dio un paso adelante con su pie adolorido, su distracción o falta de atención obvio el momento de examinar el terreno y con ello no se dio cuenta que había una zanja profunda pasando el tronco de un árbol caído en medio, la sensación de pisar aire aniquiló sus nervios y como dicta las leyes de la gravedad, Tsubaki recayó su torso en un fuerte golpe contra la madera y dejó caer su medio para observar en la oscuridad. El aire retenido en su pecho se soltó de golpe cuando el impacto y el dolor vino. 

La pelirroja miró hacía abajo con su tintineante linterna. Era un caso perdido bajar por ella ya que en el fondo distinguió algunas puntiagudas piedras. Como pudo trato de aferrarse más en la madera y sin saber cómo, logró pasar al otro lado de la zanja. Calmó su entusiasmo y pensó en el tipo de situación que se encontraba. 

"Tsubaki, piensa. ¿Qué haces cuando te pierdes en un bosque?" 

Meditó unos minutos mientras trataba de regular su respiración y lidiar con el dolor cerca de su diafragma. 

—Seguir el camino de un río. 


Hermosa Criatura [Wolf children] {Oc x Ame Adult!}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora